En los últimos meses todos hemos reconocido la gran labor que hacen las mujeres, nos hemos dado cuenta que ser mamá, esposa, ama de casa, cocinera, maestra, profesionista entre otras cosas no es nada fácil.

Sin embargo, nuevamente nos están demostrando que no hay imposibles para ellas, se están dando a conocer por sus grandes capacidades y multifuncionalidad; pero no solamente eso, nos estamos dando cuenta que en toda mujer del mundo hay una excelente líder, y que desde su propia trinchera está viendo las necesidades de su gente.

Los países que están teniendo mejores resultados para afrontar el COVD-19 están a la cabeza mujeres, todos estos países han implementado sus propias medidas de prevención, por ejemplo: Alemania, le habló al pueblo con sinceridad y empezó a hacer pruebas de COVID-19. Nueva Zelanda, con tan solo 6 casos de infectados, cerró sus fronteras a los extranjeros y todo aquel residente que regresara de viaje, debería de estar en cuarentena. Dinamarca, cerró sus fronteras de manera inmediata. Finlandia, utilizó a los influencers para ser voceros de la pandemia. Noruega habló con niños y aclaró sus dudas sobre COVID-19.

El impacto que estas acciones han tenido en cada uno de los países se ha visto reflejado en el aumento de confianza de la ciudadanía hacia sus dirigentes, ya que desde un inicio se comunicaron de manera honesta, dieron a conocer su visión a corto y largo plazo, implementaron políticas públicas que protegían a TODOS los sectores y porque ante esta situación tomaron las medidas adecuadas para cubrir todas las necesidades inmediatas.

Y el resultado es que hoy, poco a poco estos países gobernados por mujeres están empezando a retomar las actividades de manera paulatina, Noruega a tan solo de un mes de haber suspendido las clases, los niños empezarán a regresar a las escuelas.