Ante el incremento de enfermedades crónicas como las renales, diabetes o el cáncer es importante que tanto quienes las padecen, como sus seres queridos, se asesoren de especialistas como tanatólogos para que les ayuden a aminorar el sufrimiento.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud anualmente fallecen en México más 98 mil personas a causa de la diabetes. Mientras que el cáncer es la tercera causa de decesos, ya que fallecen por esta enfermedad 14 de cada 100 mexicanos y la expectativa de vida de quienes la padecen es de alrededor de 63 años.
Etimológicamente hablando la Tanatología es el estudio de la muerte sin embargo Felipe Martínez Arronte, jefe de la División de Geriatría del Hospital Especializado para Enfermos Crónicos “Gustavo Baz Prada” aseguró que este concepto ha ido evolucionando por lo que ahora se incluyen tres temas que son fundamentales: enfocarse en las lecciones de vida más que de las relativas al fallecimiento, aprender al bien morir y la parte del duelo.
Prepararse en la toma de decisiones
Por tal motivo precisó “hemos aprendido que quienes deben tomar decisiones concernientes al final de la vida: son las propias personas que padece alguna enfermedad terminal”. Sin embargo, señaló que en este tipo de procesos la familia también juega un papel fundamental, así como los equipos de salud.
“En estos casos requerimos de algo muy importante que es la espiritualidad, porque el ser humano al final se hace una serie de cuestionamientos existenciales, en dónde analiza cuál ha sido el sentido de su vida y cómo podrá llegar a la trascendencia”, manifestó.
20% de las personas requieren acompañamiento
En este contexto refirió que el 80% de las personas que pierden a un ser querido viven su proceso de duelo de manera normal, y sin necesidad de acudir a algún tanatólogo.
Mientras que el porcentaje restante sí requiere de un acompañamiento o apoyo profesional, e indicó que en estos casos resultan importantes las condiciones en las cuales se presentó la muerte, porque cuando son inesperadas las personas no se preparan para ella, y el proceso puede complicarse.
“Una pérdida de un hijo se complica hasta en un 90%. En este rubro, también debemos tomar en cuenta que los procesos son difíciles cuando las personas se encuentran mal en su salud mental y pueden caer en depresión”, afirmó.
¿Qué pasa cuando no acuden con especialistas, grupos de apoyo o terapias individuales?
-Las personas descuidan su apariencia
-Abandonan el trabajo o la escuela
-Buscan la soledad por tiempo prolongado
-Dejan de comer o tomar sus medicamentos
-Viven en la constante negación (mecanismo de defensa)
-Aumentan de peso