Debido a la caída en sus ventas que van del 90 al 95% por la contingencia sanitaria del coronavirus, negocios afiliados a la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac ), delegación Estado de México, ya analizan el cierre de cuatro semanas de estas unidades económicas.
El representante del sector restaurantero en esta zona, Mauricio Massud Martínez mostró su preocupación ya que la mayor parte de la población no está acudiendo a los establecimientos, a pesar de que se han dado a la tarea de implementar todas las medidas sanitarias que son necesarias en estos casos, aspecto que ha traído consigo una situación financiera incosteable, al tener que canalizar 3 mil 400 millones de pesos mensuales para el pago de nóminas.
También pidió tomar en consideración que en la entidad operan alrededor de 70 mil unidades económicas, dedicadas a la preparación y venta de alimentos preparados.
“Las unidades de negocio cambian de acuerdo al ticket promedio que tienen y las ubicaciones, pero la situación de la semana pasada para acá es de declive total, o sea que nuestras ventas han caído entre un 90 o 95%, incluso en centros vacacionales como Ixtapan de la Sal y Valle de Bravo”, sostuvo.
Ventas a domicilio
El representante empresarial refirió que en lo que tiene que ver con unidades de negocio con un ticket promedio de 100 a 200 pesos por persona han tenido un repunte en ventas con entrega a domicilio -venta de pizza, hamburguesas, tacos, sushi y comida rápida-, porque alcanzaron el fin de semana hasta el 40%, sin embargo, aquellos en los cuál es la especialidad es la prestación del servicio dentro de los restaurantes han tenido bajas considerables que no les permiten seguir prestando sus servicios.
“Nosotros vamos a proponer un cierre de cuatro semanas y esto al sector le costaría 3 mil 400 millones de pesos para el pago de nóminas, sin tomar en consideración gastos fijos, renta, luz, agua e impuestos”, sostuvo.
Señaló que en el caso de la Ciudad de México ya se cuentan al momento 400 establecimientos que han decidido cerrar sus puertas, y sólo prestan el servicio con entrega a domicilio, por lo que el siguiente fin de semana se definirá en la entidad cuántas y cuales unidades podrían tomar esta decisión.
El empresario aclaró que el cierre de las unidades no significa un despido o cese de pago a los colaboradores, ya que por el contrario analizan la manera de proteger al personal tanto en salud, como económicamente.
“Nuestro activo más importante es nuestro capital humano y estamos siendo responsables en ese tema. Ahora analizamos nuestras finanzas para apoyar en los pagos, incluso aunque sean desfasados pero nadie se va a ir a su casa sin dinero”, indicó el presidente de Canirac, valle de Toluca.