Ante la actual pandemia por el COVID-19, restaurantes de comida china, han sido de los giros comerciales más afectados en sus ventas, incluso antes de que se registraran los primeros casos positivos de Coronavirus en nuestro país, debido a que la población comenzó a estigmatizar a estos negocios por miedo a que sus dueños e incluso empleados, los cuales en algunos de los casos son mexicanos fueran portadores de esta enfermedad.

Dicha desconfianza social, ha llevado a que muchos de estos restaurantes del valle de Toluca, cierren sus puertas de manera temporal y en otros de los casos de forma definitiva.

Cabe mencionar que desde el mes de diciembre de 2019, fecha en la que comenzó a ser tema de interés mundial el Coronavirus, se identificó como punto de brote a la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei en la República Popular China.

Desde ese momento la reducción de comensales en dichos establecimientos comenzó a percibirse de manera gradual, pese a que son considerados de los comercios más rentables en nuestro país por el posicionamiento en el gusto de la población joven e infantil por su amplia gama de sabores agridulces y presentaciones de la gastronomía asiática.

Al entrar en la fase 1 como medida preventiva en el Estado de México, estos restaurantes comenzaron a cerrar sus puertas ante la escasa afluencia de personas en las calles y de manera particular en sus negocios que han sido duramente castigados por el miedo social, pese a que la mayoría de estos microempresarios extranjeros se surten de insumos en establecimientos locales como la Central de Abastos de Toluca.

Finalmente es importante señalar que muchas de estas familias asiáticas, han elegido vivir de manera permanente en nuestro país, teniendo en algunos de los casos como única fuente de ingreso sus establecimientos de comida, salud alternativa, arte y mercancías propias de su cultura, información con la que pretendemos generar tranquilidad y conciencia social.