En el tema de la inclusión también entras las monedas y billetes, las personas con discapacidad visual tienen a través de las marcas hápticas (tacto) la manera de distinguir su denominación.
El 11 de mayo de 2004 el Poder Legislativo Mexicano modificó los artículos 4° (billetes) y 5° (monedas) de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos, con entrada en vigor a partir del primero de enero de 2006.
El Banco de México puso en circulación en 2005 los billetes con relieve sensible al tacto, estas marcas cambian dependiendo de la familia del billete y denominación, se localizan en la parte superior, centro o costados.
Los primeros billetes que tuvieron estas marcas fueron los de 100 pesos que incluyeron cinco líneas discontinuas y paralelas, el de 200 pesos los distingue una forma de cuadrado delineado en sus cuatro esquinas, en tanto que a los de 500 pesos cuatro líneas.
En la nueva familia de billetes las marcas cambiaron ya que en el caso de los de 200 pesos lo distinguen dos líneas en los costados, tres líneas para los de 500 pesos y cuatro en el caso de los billetes de mil pesos.
Las marcas continúan saliendo en las nuevas familias de billetes y monedas, en la F y G pueden distinguirse por el tamaño, además de los colores para las personas con baja visión.
En 2018 salió la edición de billetes de la familia G, los cuales tienen relieves sensibles al tacto en el texto BANCO DE MÉXICO, el personaje, en la viñeta que acompaña al personaje, en el número de la denominación, en la leyenda y líneas diagonales.
El Banco de México también diseñó una tablilla para identificar a los billetes y la familia a la que pertenecen, que tiene información como la denominación en Braille.
Para distinguir las monedas el Banco de México detalla que se debe tomar en cuenta el tamaño, el canto, grabado, forma, así como marcas en el canto como el estriado discontinuo, perimetral o liso.