Debido a la pandemia del Covid-19 los trabajadores han valorado más su tiempo al repensar sus condiciones laborales y metas a largo plazo, ahora la prioridad es una remuneración más competitiva, mayor flexibilidad y felicidad.
La aspiración de los empleados actuales influenciados por la crisis sanitaria y el confinamiento prolongado ha cambiado de tono al poner en marcha un fenómeno denominado “la gran despedida”, donde el 41% de la fuerza laboral mundial está considerando dejar su trabajo durante este 2022.
Esto refleja una nueva consciencia del trabajador y que apunta hacia la búsqueda de empleos con remuneraciones más competitivas, mayor flexibilidad y felicidad”, refiere Elango R., presidente de Mphasis en América del Norte en el artículo titulado: 5 tendencias laborales que reflejan la nueva consciencia del empleado.
Las renuncias suceden en respuesta a la pandemia de Covid-19, una oleada que da muestra del agotamiento de los trabajadores, el cambio radical en su estilo de vida y su deseo por mantener una flexibilidad que antes parecía inalcanzable.
De acuerdo con los expertos de Mphasis (empresa de tecnología de próxima generación que ayuda a las compañías a transformar sus negocios a nivel mundial) en México, en su lucha por mitigar “la gran despedida” y generar una “ola de retención”, las empresas apuestan por estrategias para la retención de su personal.
En primer lugar es atraer y retener talento mediante mejores beneficios, en México durante el primer trimestre de 2021 y en medio de una segunda ola de infecciones por Covid-19, más de 566 mil personas decidieron dejar sus trabajos, según el INEGI.
De acuerdo con el estudio "El efecto del aporte", los empleados anteponen ante todo la remuneración competitiva y la seguridad laboral para permanecer en un puesto de trabajo. Las grandes empresas en México, en su mayoría transnacionales, aumentarán en promedio 5% los salarios en 2022, hasta 0.5% más de lo que otorgaron este año, de acuerdo con la consultoría Willis Towers Watson (WTW), se lee en el artículo.
Entre los programas de mayores incentivos, las empresas apuestan por nuevos sistemas de recompensas que beneficien tanto la economía como el conocimiento del empleado.
Otra de las estrategias es un esquema de trabajo diseñado para el bienestar y de esta forma generar un equilibrio entre el trabajo y la vida, tomando en cuenta que prácticas como el home office han difuminado la línea entre la vida y las actividades laborales, por ello un bienestar en el trabajo traería consigo un bienestar en la vida misma.
En México, el 69% de los mexicanos prefiere el esquema híbrido, mientras el 21% prefiere home office de tiempo completo y el otro 10% regresaría a oficinas.
Un esquema enfocado en el “trato justo” es otra de las estrategias, “abrazar la diferencia y asegurar el respeto y el trato con dignidad, le permite a la empresa ser un empleador que ofrece igualdad de oportunidades. En cuanto a diversidad, por ejemplo, dos aspectos son claves para alcanzar un trato justo, y se resumen en género y discapacidad”, apunta Elango R., de Mphasis.
Otra opción es utilizar la tecnología como una herramienta para potencializar el talento, ya que vuelve más capaces a las personas y a la vez permite a las empresas convertirse en socios estratégicos, innovadores y confiables.
Finalmente es formar nuevos líderes con sentido humano, esta tendencia se centra en contribuir al futuro de la profesión de los trabajadores con el fin de mantenerlos en la empresa. La prioridad de los líderes está en invertir en la gestión del talento para tener colaboradores más preparados, para ello centran sus esfuerzos en las habilidades más allá de lo técnico para poner énfasis en la escucha activa, la comunicación, la gestión de proyectos, la creación de confianza, la resolución de problemas y la colaboración.
Los actuales líderes consideran habilidades incluso más allá de los roles actuales de los empleados, como el análisis de datos o certificaciones técnicas especializadas relacionadas con los nichos de su empresa.
Lo anterior contribuye a resolver una segunda preocupación de los directivos, que es la construcción de la siguiente generación de líderes en las organizaciones; así como entender los niveles de estrés derivados por la carga de trabajo que se incrementó ante los cambios propiciados por la pandemia.