Sin duda alguna, los ajustes a los productos básicos continuarán en los próximos meses, porque no existe en este momento una mesa de diálogo con las autoridades, enfatizó Javier Reyes Escamilla, presidente de la Unión Ganadera Centro Norte, quien justificó dicha situación por los elevados costos que se registran para producir dichos artículos, así como el pago de la mano de obra.
Reyes Escamilla también lamentó la falta de incentivos por parte de las autoridades federales y estatales para que las empresas en el campo puedan llevar a cabo el proceso de producción.
“No tenemos forma de parar los constantes incrementos a los productos, y lo más preocupante es que dicha tendencia se podría extender hasta el 2024; y muestra de ello, es que, por ejemplo, el kilo de carne de res estuvo en 90 pesos, pero ha llegado hasta 110 el kilo”, aseveró.
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El representante empresarial señaló que no se trata de un comportamiento que se registre en determinado municipio o colonia, sino que es generalizado en todo el país, y se ha visto principalmente con el kilo del aguacate y chile.
Advirtió que mientras no se instale una mesa de trabajo con las autoridades, la realidad es que la volatilidad en el costo de los productos básicos continuará en detrimento de la economía del grueso de la población.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en lo que va del año, el costo de la canasta básica alimentaria ha sido 11% más cara que en el mismo periodo del 2022.
Como resultado de lo anterior, Javier Reyes refirió que en las zonas rurales han sido necesarios mil 644 pesos mensuales para costear sólo la alimentación, mientras que en las regiones urbanas el monto se incrementó a un promedio de 2 mil 144 pesos.
Entre los alimentos que integran la canasta básica, se encuentran: Maíz y sus derivados, pan, carne, frutas, verduras, cereales -arroz y avena-, frijol, leche, aceite y azúcar, entre otros.
Comentó que el nivel de inflación ha incidido en el comportamiento de los precios de los productos agropecuarios y los alimentos procesados, así como otros bienes y servicios fundamentales, como los medicamentos, los artículos de higiene, la electricidad, el gas y otros servicios del hogar.
“Necesitamos que las autoridades volteen a ver a los productores del campo, y puedan constatar su realidad, ya que de lo contrario seguirán disparándose los precios de los artículos básicos”, externó.