En el marco de las recientes declaraciones del presidente Donald Trump, las calificadoras de riesgo Fitch Ratings y Moody’s Analytics cambiaron la categoría económica de México, la cual pasó de ser estable a negativa.
Al respecto, el doctor en Economía e investigador de la Coordinación de Análisis Macroeconométrico Prospectivo del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, César Salazar López, explicó que el trabajo de las calificadoras se centra en la evaluación de la capacidad que tiene una economía para hacer frente a sus obligaciones en términos de deuda, es decir, el pago de la deuda soberana del país.
Entonces, si las calificadoras lo que hacen es degradar la calificación o cambiar estos parámetros de estable a negativo, pues lo que hacen es que imponen un mayor riesgo a México, y con ello, se traduce en que México tendría que pagar un mayor nivel de tasas de interés cada vez que decida llevar a cabo un proceso de colocación de bonos en los mercados internacionales. César Salazar López, UNAM.
En ese contexto, Salazar López consideró que si bien es importante escuchar a las calificadoras, no siempre la opinión de éstas concuerda con lo que es mejor para el país, y ejemplificó con la crisis surgida por los bonos basura en Estados Unidos durante la crisis de 2008-2009, donde las calificadoras no fueron capaces de observar lo que ocurría.
“Hay que tomarlo en cuenta, hay que analizarlo, pero también hay que pensar en que las políticas para México deben salir desde nuestra administración con el propósito de generar empleos. Hay que pensar en una mayor diversificación productiva, una mayor diversificación de nuestras exportaciones.”, finalizó el investigador universitario.