Desea iniciativa privada mexiquense certidumbre para invertir

Toluca, México.- Aunque existe apertura por parte del sector empresarial mexiquense para sentarse a trabajar con el partido político que más convenza a la ciudadanía el día de la elección el próximo 1 de julio, la realidad es que en ningún momento permitirán que se les “satanice”, e incluso podría haber inversionistas que salgan del país, “porque no tienen bien puesta la camiseta”.

Así lo advirtió, María de Lourdes Medina Ortega, presidenta del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (CONCAEM), quien se refirió a los desplegados que sean venido difundiendo a través de los medios de comunicación por parte de diferentes organismos de la iniciativa privada en los cuales se convoca a la unidad; “realmente somos el sector que más ha apoyado al país en los últimos años”.

La también ex líder de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA) en la entidad, agregó que existe mucho potencial en el sector que representa, y jamás permitirá que haya denostaciones, ni comentarios que los agredan de manera física, personal o verbal.

Afirmó que los empresarios mexiquenses se encuentran unidos, y son conscientes de que son los gestores del desarrollo económico del país. “Estamos decididos a seguir invirtiendo en el país, pero no queremos mensajes que convoquen al odio, porque habrá quienes tomen sus inversiones y decidan trasladarlas a otro país”.

Asimismo, señaló que construir una empresa cuesta muchos años, pero acabar con ella puede llevar segundos, y aseguró que en su momento se sentarán a trabajar con cualquier que llegue a la presidencia, “pero siempre y cuando nos dé el valor que merecemos”.

Derivado de lo anterior, hizo un llamado a la ciudadanía para que el día de los comicios lleven a cabo una elección razonada, “porque seremos el reflejo de nuestro voto”.

Medina Ortega apuntó que el sufragio de los jóvenes representa el 30%, y aunque muchos se encuentran estudiando deberán meditar muy bien a favor de quién “inclinarán la balanza”, porque de ello dependerá el futuro del país.