Toluca, México.- Cerca del 60% de los ingresos del grueso de la población en México se destinan a productos de consumo general, entre los que destacan: la canasta básica y el transporte. Asimismo, el incremento de los combustibles que va a la alza, podría afectar a toda la cadena productiva.
Las profesoras-investigadoras de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Reyna Vergara y Judith Huerta, señalaron lo anterior en su estudio: “Incremento en el precio de la gasolina y el gasto en los hogares de menores ingresos”, en donde establecieron que los ajustes de alimentos y transporte por estrato de ingreso y por objeto de gasto para los hogares que perciben un salario mínimo mensual, fueron de 3.05% y 10.5%, respectivamente.
Para la administración de Enrique Peña Nieto, refirieron las especialistas, el argumento sobre la liberación de los precios de los combustibles se ha centrado en los costos de producción, y en un esquema abierto a la competencia, donde los precios se han determinado por el mercado internacional.
Sin embargo, agregaron, dicho ajuste se realiza variado por centavo, lo que afecta de manera importante al sector energético y, en particular, a las familias de menores ingresos.
Las especialistas explicaron que si la comparación del incremento al precio de las gasolinas se hace con el índice de costos de los alimentos y del transporte, “podemos tratar de evidenciar en qué medida el impacto del aumento en los precios de los combustibles afecta, de manera general, el poder de compra de las familias”.
Sostuvieron que si se realiza una comparación entre la tasa anual del primer mes de 2016 y el mismo periodo del presente año, se puede observar que el efecto de la liberación de los precios de los combustibles, sobre los bienes básicos es evidente, como lo demuestran los ajustes de los precios de la canasta básica y el transporte.