Expertos opinan sobre el aumento salarial en México

El investigador Víctor Hugo Pérez Hernández, del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la Universidad Iberoamericana, explicó las consecuencias de tal decisión

Redacción | El Sol de Toluca

  · jueves 1 de diciembre de 2022

Foto ilustrativa.

El investigador de la Universidad Iberoamericana, Víctor Hugo Pérez Hernández explicó los riesgos para el país, el aumento salarial del 20% como lo anunció el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

A través de un comunicado de prensa, el académico dijo que lo primero que se debe de considerar es que por décadas el valor del salario mínimo estuvo estancado.

Por lo que, paulatinamente perdió su valor en términos reales, es decir, en términos de los productos y servicios que, efectivamente, se podían adquirir con el mismo.

A inicios de 2018, el salario mínimo representaba poco más del 40% de los ingresos que tenía una familia de cuatro personas, para no ser considerada pobre, por lo que, aún si dos de sus integrantes trabajaban, no podían escapar de la pobreza.

Los aumentos implementados en la presente administración, aunque importantes, sólo aumentaron ese porcentaje a un 60%, es decir, aún hoy un salario mínimo es insuficiente para cubrir las necesidades mínimas de una familia.

A decir del propio investigador de la Iberoamericana, el contraargumento a esta posición es que: "elevar el salario mínimo aumenta los costos laborales de las empresas, llevando a una menor demanda de trabajo, aumentando los precios y reduciendo los incentivos a invertir".

Al respecto, los cambios recientes en el salario mínimo han permitido realizar estudios sobre qué tanto sus aumentos han resultado en mayores precios o una reducción en la contratación de trabajadores.

Sustentación científica

Basado en los estudios académicos de Calderón, et al. (2022) y de Campos-Vazquez y Esquivel (2021), dicen que se han encontrado efectos nulos o moderados tanto en precios, como en la demanda de trabajo.

Aunque esto puede parecer contraintuitivo, se puede explicar por factores como los altos niveles de informalidad que persisten en México, pues en este sector no es posible vigilar que se cumpla la legislación sobre el salario mínimo.

Así como, el bajo porcentaje de la población ocupada con este nivel salarial, a la existencia de efectos heterogéneos entre sectores económicos, y el muy bajo nivel en que se situaba inicialmente el salario mínimo.

"Un aumento de 20% puede parecer elevado, pero la alta inflación que hemos experimentado en 2022 ha llevado a que los precios de los bienes y servicios consumidos por la población de menores recursos aumente en más de 14%", reiteró Pérez Hernández.

"Por lo que el aumento propuesto al salario mínimo representaría apenas un aumento real de poco más del 5%. A ese ritmo, se requeriría otro sexenio con aumentos reales de la misma magnitud para que el salario mínimo proveyera al menos los ingresos que requiere una familia para no ser considerada pobre", concluyó.

¿Riesgos?

El investigador explicó que cuando el actual gobierno renunció a realizar una reforma fiscal "profunda", el abanico de instrumentos a su disposición para impulsar una agenda realmente redistributiva se redujo considerablemente.

Además de que México es una de las pocas naciones que aún no logra recuperar los niveles de actividad económica previos a la pandemia de Covid, por lo que el espacio fiscal para implementar otras medidas es muy limitado.

"Aunque el salario mínimo no es la herramienta más adecuada para este fin, tiene el potencial de mejorar considerablemente los niveles de vida de un segmento de la población que ha sido históricamente relegada, promoviendo una mayor equidad e incentivando la actividad económica", reiteró.

Por lo que confía en que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos logre transmitir este mensaje y aproveche los lazos que ha forjado en este gobierno para la contención de la inflación.

Inclusive, espera que se logre que las cámaras patronales vean las ventajas de seguir con la política de recuperación del salario y se continúe en el camino hacia la dignificación del trabajo en México.