Toluca, México.- Al cierre del año se genera un aumento de precios que es una constante, por lo tanto la inflación no se reduce y permanece así, señaló el coordinador del Centro de Ciencias Económicas (CICE) de la Facultad de Economía de la UAEM, Pablo Mejía Reyes.
En la recta final de 2017, expresó que la mayoría de los ciudadanos “mantienen una ilusión monetaria porque recibimos aguinaldo y prima vacacional”, aunque no así para quienes no están en régimen formal.
Es de mencionar que de los más recientes incrementos, el más significativo es el gas, cuyo costo se ha disparado, y el transporte foráneo, que afecta a las clases de menor ingreso económico.
Mencionó que con la reforma laboral se ha disminuido o es menos significativo el monto de las prestaciones que reciben los trabajadores por temporada.
Reiteró que el incremento de precios por fin de año o bien a inicios del siguiente es una constante, pero como se cuenta con dinero extraordinario por el aguinaldo, caja de ahorro y otras primas no se perciben claramente los incrementos en el importe de productos, servicios o energéticos.
“Los precios a fin de año se incrementan y no bajan en enero, lo que baja es la inflación, lo que se presenta en enero o febrero es una reducción en el ritmo de crecimiento de los precios, pero el nivel de estos no disminuye”.
Lo anterior, afirmó, se traduce en un deterioro del poder de compra de los salarios, por lo que el nuevo salario mínimo se verá mermado con el aumento en el valor de productos o servicios.
“Estos ajustes golpean más a la clase trabajadora y algo que a veces olvidamos también a la clase media, este sector tiene más dificultad para acceder a lo que estaban acostumbrados”.
Expresó que el tipo de cambio entre el peso y dólar también influye en la situación financiera, lo cual genera especulación en los precios.