Toluca, México.- Con la nueva factura electrónica que entrará en vigor en enero próximo, aunado a las nuevas medidas de fiscalización, auditorías y el buzón electrónicos, el cruce de padrones y la información que provén los bancos, el contribuyente se verá acorralado fiscalmente.

Estas medidas además inhiben la formalidad, incluso los informales “menos le van a entrar, de por sí el programa Crezcamos Juntos no ha tenido los resultados deseados”, advirtió el presidente de la Asociación de Empresarios y Ciudadanos (Asecem), valle de Toluca, Jorge Luis Millán Montes de Oca.

Respecto a la nueva factura 3.3, el dirigente empresarial alertó que si no se prevé, si los contribuyentes no lo preparan con tiempo a través de sus proveedores autorizados (Pacs) que ya vienen con paquetes computacionales adaptados, los más afectados serán quienes hacen uso del portal del SAT donde lo tienen que hacer manualmente y a pesar de los esfuerzos de la autoridad de difundir que se preparen, va a ser insuficiente.

Consideró que el catálogo difícilmente va a abarcar todas las ramas o actividades a las que se dediquen los contribuyentes, quienes van a tener que recurrir a conceptos genéricos, con el riesgo de que si el concepto no fue el adecuado de acuerdo a su actividad preponderante, o a su objeto social en el caso de las personas morales, el riesgo es muy alto para que el SAT considere no deducible una factura y esto se vea reflejado en la utilidad de las empresas.

Tiene sus complejidades el catálogo, son muchos rubros, está muy fraccionado, muy especializado y habrá una complicación operativa para todos los empresarios pequeños grandes y medianos.

Asimismo, para todos los contribuyentes que hagan uso de los CFDI, que en realidad son la mayoría, mencionó el presidente de la Asecem en el valle de Toluca.