Pese a que el dólar rompió el nivel de los 17 pesos recientemente, las tasas de interés se mantendrán como hasta ahora, sin embargo, esto podría cambiar en próximos meses debido al combate de la inflación internacional, mencionó Pablo Mejía Reyes, profesor e investigador de la Facultad de Economía y coordinador del Centro de Investigaciones y Ciencias Económicas de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex).
En este contexto, el catedrático universitario mencionó que con la disminución de la inflación en el país vecino del norte, la inflación en México comenzó a ceder, por lo que no habría razón para incrementar las tasas de interés.
No obstante, las autoridades monetarias han pronosticado que la tasa de interés se mantendrá como hasta ahora durante algún tiempo, lo que dará ventaja a México en materia de atracción de capitales extranjeros.
Al referir que el valor del dólar ha disminuido debido a diversos factores, destacó que algo positivo de la depreciación del dólar es que los costos nacionales de bienes y servicios se mantienen estables, no obstante, México pierde competitividad en mercados internacionales debido a este comportamiento.
“La reducción en el precio del dólar hace que nuestras exportaciones sean más caras, por ese lado México pierde competitividad en los mercados internacionales marginalmente y esto se explica por la recuperación de la economía de Estados Unidos”, precisó el catedrático en entrevista para El Sol de Toluca.
Remesas no se verán afectadas de manera severa
Pablo Mejía Reyes mencionó que el flujo de remesas va a continuar en México pese a los cambios en el precio del dólar, pero se pagan menos pesos por cada unidad de dólar, lo que podrían resentir las familias dependientes de estos recursos.
“Cuando se traducen los dólares a pesos, se reciben menos pesos, en cierta forma hay un efecto negativo marginal por este incremento en el valor del peso, no obstante, la cantidad de remesas que están llegando al país es de las más altas que ha habido en los últimos años, y como consecuencia hay un efecto neto positivo que se ve mermado marginalmente por esta revaloración del peso”, mencionó.
Pese a ello, dijo, el impacto no será severo en la economía de las familias, puesto que la inflación ha comenzado a ceder.
El catedrático de la UAEMéx recordó que en los periodos de recesión de 2008, 2008 y 2020 no estuvieron acompañados de una depreciación cambiaria, por lo que no hubo episodios de inflación, pero con la aparición de ésta en la peor fase de la pandemia de Covid-19 aumentó la demanda de bienes y servicios y en consecuencia, la inflación también se elevó.
“En este caso no coinciden las recesiones con episodios de depreciación y eso ha ayudado a que la inflación empiece a ceder de manera relativamente rápida, los pronósticos eran muy malos hasta hace poco, pero afortunadamente esto no es así”, concluyó.