Caracterizada por la renovación lo más pronto posible de las colecciones de ropa con productos a precios bajos por su mala calidad, la moda rápida también tiene elevados consumos de energía y efectos nocivos al medio ambiente.
Gracias a la gran demanda de ropa por parte de los consumidores las empresas de moda rápida pretenden producir la mayor cantidad de colecciones durante el año, por lo que se basa en el aspecto efímero de la moda.
Los precios de las prendas son bajos debido a la escasa calidad de los productos, el método de producción es industrial, aunado a la mano de obra barata que afecta las condiciones de trabajo de los empleados.
Lo anterior fue publicado el pasado 10 de mayo en el portal Compañías de Luz (by papernest), con el artículo titulado: ¿por qué la moda rápida tiene un efecto negativo en el medio ambiente, escrito por Raquel Pascual, donde se precisa que la mayor parte de la ropa se fabrica en Bangladesh o Pakistán, es decir, donde la mano de obra es más barata.
No obstante a la lista se suman Tailandia, Turquía, India, Vietnam, Indonesia, China,Túnez y Marruecos
La moda rápida es tan desechable que los consumidores sólo se ponen la ropa un promedio de cuatro veces. El 60% dice que después ya no le gusta y el 40% restante piensa que dejó de ser novedad.
En el artículo se agrega que es interesante ver que el presupuesto que se destina a la moda ha ido disminuyendo constantemente en los últimos 10 años, aunque el mundo en general utiliza mucha más ropa que hace 20 años ya que se calcula unos 80 millones de prendas de vestir al año lo que representa un aumento del 400% con respecto a hace dos décadas.
Para los países en vías de desarrollo es difícil renunciar a la moda rápida porque es una importante fuente de ingresos, las naciones de primer mundo también se han beneficiado de la moda rápida para crecer.
En cuanto al uso de recursos las empresas de moda rápida utilizan una enorme cantidad de agua que llega al 4% del agua potable disponible en el mundo, además los expertos señalan que 20% de la contaminación industrial del agua en el mundo se debe al procesamiento y al tinte de textiles. Esto hace que la industria de la moda sea una de las más contaminantes, a lo anterior se agrega que es una de las que más electricidad consume en el mundo.
Con la anterior su efecto la fast fashion es muy criticada por el daño al medio ambiente al ser la segunda más contaminante después del petróleo por el uso de pesticidas, formaldehído y sustancias cancerígenas en los tejidos utilizados para confeccionar las prendas que llevan los consumidores.
Una de las mejores alternativas para combatir la moda rápida es mediante las tiendas de segunda mano con prendas de calidad y a precios bajos con una amplia presencia en las grandes ciudades.