En un momento económico complicado como el que se está viviendo en el país por la pandemia del Covid-19, preocupa el hecho de que en todos los índices que miden la facilidad para hacer negocios, México haya retrocedido, e incluso en comparación con otras naciones consideradas con menor grado de desarrollo, como India (dentro de los 10 primeros), Brasil y Singapur.
Para la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), delegación Estado de México, Imelda Meza Parrilla, se trata de una mala noticia que no abona en nada a la atracción de nuevas inversiones en un periodo en que tanto lo requiere el país.
Uno de esos indicadores es el relativo al Índice de Confianza de la Inversión Extranjera (IED) 2020, elaborado por Kearney, el cual se construye utilizando datos primarios obtenidos a través de una encuesta aplicada a 500 altos ejecutivos de las principales corporaciones del mundo.
Cabe señalar que dicho indicador establece 25 destinos prioritarios para realizar una inversión a nivel mundial, y esta es la segunda ocasión que México queda fuera de la lista, la primera fue en 2011 y hace un año se ubicó en el lugar 25.
Por lo anterior, la empresaria calificó de desafortunado el hecho de que a nuestro país se le haya sacado de este grupo, y que no se estén aprovechando las ventajas geográficas y de cercanía con uno de los mercados de consumo más grandes del mundo como lo es Estados Unidos.
No se aprovecha el T-MEC
La presidenta de la Canacintra consideró que la firma del T-MEC (con EU y Canadá) debería estar impulsando la inversión, lo cual también es consecuencia de que el Gobierno Federal no ve este rubro como algo prioritario, cuando la instalación de empresas permite el desarrollo de cualquier país.
Meza Parrilla apuntó que un punto adverso puede estar relacionado con la gran informalidad y corrupción que imperan en México, ya que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el 80% de los negocios operan en la ilegalidad.
“Sólo 20% de las unidades económicas en nuestro país pagan correctamente a sus colaboradores, otorgan prestaciones y cumplen con sus impuestos. Estamos dando pasos hacia atrás, cuando nuestra realidad debería ser diferente”, señaló.
Desde su perspectiva, lo adecuado sería apostarle como país a las buenas prácticas en materia de certificación, proyectos y contratos anticorrupción, inversión en tecnología e innovación, así como capacitación del personal.