Toluca, México.- La venta de bebidas alcohólicas adulteradas ha bajado en gran proporción, debido a los candados que se han puesto para evitarla.
Lo que ahora prolifera es el llamado "producto paralelo", es decir, que no está cumpliendo con los requisitos de importación necesarios o no ha entrado al país pagando los impuestos correspondientes, explicó Pablo Durán Gallástegui, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurates y Alimentos Condimentados (Canicrac), en el Estado de México.
Esto no pone en riesgo la salud de los comensales, pero sí es ilegal, aclaró. Lo que hemos hecho es que compramos a través de proveedores certificados que están dados de alta no sólo RFC, sino que comprueban que están distribuyendo alcohol que cumple con las características, manifestó.
Seguimos destruyendo todas las botellas de alcohol una vez vacías para evitar que vuelvan a ser utilizadas y los quiera sustraer alguien para llenarlas con un producto adulterado.
Sobre el alcohol adulterado, expresó que "cada vez nos lo ofrecen menos, por todos los candados que hay tanto de parte de la autoridad como de los mismos empresarios que no compramos".
El hecho de que venga a un costo menor, abundó el presidente estatal de Canirac, implica un riesgo para el establecimiento al no saber de dónde vierne el producto y no podamos comprobar al SAT dónde lo compramos.
Aseguró que en tres años se ha logrado una disminución muy importante respecto al porcentaje que antes se generaba, por los controles que ya tienen las botellas incluyendo los QR, con los cuales de manera inmediata se puede revisar la información de quién lo vendió, a qué lote pertenece, entre otros datos.