El presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes del Estado de México (ASBAR), Patricio González Suárez, pide al gobierno mexiquense permita la reapertura de bares en la entidad, pues las unidades económicas que tienen esta categoría mantienen cerradas sus puertas y suspendidos sus servicios desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020.
La insistencia en el cierre de bares durante la emergencia sanitaria por parte de la autoridad estatal, dijo, no sólo dejó desempleados a meseros, cajeros, barman, entre otros, sino también a músicos que cada fin de semana ambientaban esos sitios, mayormente recurridos por la población joven.
“Recordemos que los músicos es un gremio que también necesita trabajar. No sólo es el querer que los restaurantes tengan música, sino también el dar la oportunidad a que toda esa gente también regrese a trabajar, los mariachis, los tríos, las orquestas, entre otros”, explicó Patricio González.
Añadió que, previo al inicio de la pandemia, en la entidad había 76 mil unidades económicas dedicadas a la industria de alimentos y bebidas registradas; no obstante, la emergencia sanitaria causó el cierre de aproximadamente 10 mil, de las cuales el 50% eran bares, discotecas y cantinas, mientras que el resto fueron restaurantes.
“Yo creo que ya las condiciones en estos momentos se dan para que podamos seguir avanzando y no afectar más la economía. Nosotros lo que pediríamos sería la apertura de bares, un horario más amplio para los restaurantes y también que se pueda implementar la música en vivo”, solicitó el presidente de la ASBAR.
El entrevistado aseguró que el incremento en las fiestas clandestinas y la aparición de lugares irregulares tiene que ver con la prohibición de apertura de los bares, pues la población joven busca la manera de divertirse, sin embargo, en esas reuniones no se cuidan los protocolos sanitarios de cara al coronavirus.
En el caso de los bares establecidos, aclaró, cuentan con infraestructura acorde a sus funciones, además de que en caso de que se les permitiera aperturar, cuidarían el aforo y el cumplimiento de las diversas medidas sanitarias para prevenir contagios.
“(Los jóvenes) tienen la necesidad de salir a divertirse, salir a un rato de esparcimiento y si no hay lugares regulares que estén abiertos, obviamente van a buscar a dónde ir y si hay negocios irregulares o fiestas clandestinas, los jóvenes van y se meten a esos lugares en donde sí hay un peligro no sólo de contagios, sino también riesgos de que alguna tragedia pase porque tampoco son lugares acondicionados para ese tipo de actividad”, apuntó Patricio González.
Diferencias entre bar y restaurante bar
Patricio González indicó que existen diferencias precisas entre un bar y un restaurante bar, las cuales marcan el hecho de que estos últimos sí puedan aperturar.
La principal cualidad, dijo, es que mientras un bar comercializa principalmente un 80% de bebidas y el 20% de alimentos, en el caso del restaurante bar es al contrario (80% alimentos y 20% de bebidas).
En la modalidad de bar se encuentran establecimientos como discotecas, salones de baile.
“En un bar o discoteca no necesariamente la gente tiene que pedir un alimento fuerte para pedir bebidas, mientras que en un restaurante regularmente sí, esa es la gran diferencia, qué tanto alimento se vende en el lugar y con ello las condiciones arquitectónicas o de diseño de los lugares”, abundó Patricio González.
Agregó que en los establecimientos que tienen la denominación de bar, en algunos casos cuentan con pistas de baile y escenarios (para los músicos), así como luces llamativas, características que los restaurantes no las tienen.
Cabe mencionar que, a partir del lunes 20 de septiembre, el Estado de México avanzará al color rojo en el Semáforo de Riesgo Epidemiológico, lo que permitirá que los establecimientos tengan hasta un 70% de aforo.