Más que el ajuste mensual o anual de rentas en el Centro Histórico de Toluca, lo que propicia el cierre de pequeños y medianos negocios debidamente establecidos en la zona es la falta de competitividad.
Adolfo Ruiz Pérez, representante del sector, refirió que dicha situación ha propiciado el cierre de los llamados negocios familiares o tradicionales.
De esta manera, el empresario indicó que en la actualidad operan alrededor de 60 negocios en el centro histórico, de los cuales alrededor de 20 son tradicionales y el resto grandes corporativos o franquicias que saben cómo operar ante las exigencias actuales del mercado.
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“Hace 15 años éramos en promedio 80 negocios en el centro histórico, de los cuales 60 eran tradicionales y el resto corporativos”, aseveró.
Cabe recordar que fue en febrero del 2018 cuando cerró sus puertas en los Portales de Toluca el tradicional restaurante de las Ramblas, después de 58 años de actividad ininterrumpida, y en ese momento se informó que el negocio se ubicaría en Metepec.
Ajustes dependen de la inflación
Asimismo, señaló que los incrementos en las rentas –en la mayoría de los casos- se establecen de forma anual, y en base a lo que indica la inflación que establece el Banco de México.
“Si la inflación se ubica entre un 2 y 3%, en base a ello se lleva a cabo el ajuste –lo cual es más adecuado-, pero en ocasiones se llevan a cabo contratos entre las partes involucradas, en donde se específica que habrá un 10% de incremento”, apuntó.
Dos tipos de negocios
Ruiz Pérez mencionó que existen dos tipos de negocios en la zona centro: Los grandes corporativos y las pequeñas y medianas empresas.
“Del año pasado a la fecha, hemos tenido información de que se han cerrado muchos establecimientos, y la mayor parte de ellos, lo ha hecho por falta de competitividad”, subrayó.
Para el representante empresarial de la capital mexiquense, no hay duda de que los grandes corporativos han ido reemplazando de manera paulatina a los pequeños negocios o familiares.
“En muchas ocasiones los dueños de los locales han preferido rentar a las grandes empresas, lo cual ha encarecido la zona. Dependiendo del edificio y la ubicación se establecen precios, porque no es lo mismo operar en el primer cuadro del centro histórico a estar en el segundo o el tercero”, detalló.
El empresario mencionó que existen negocios que se han vuelto más austeros, y por ende gastan en lo indispensable.
“Muchos negocios se resisten al cambio, cuando ahora deben asesorarse en diferentes rubros: legal, fiscal y contable, así como apoyos que opera el gobierno, créditos, ventas e incluso cómo acceder a las redes sociales”, concluyó.