En caso de que los legisladores locales aprueben cuatro nuevos impuestos en el Estado de México a partir del 2022, muchas empresas morirán.
Así lo advirtió Raúl Chaparro Romero, presidente de la Asociación de Empresarios y Ciudadanos de la entidad (Asecem), quien aseguró que la autoridad estatal debe regularizar la situación de la informalidad.
“Realmente ya no aguantamos la carga fiscal en todos los aspectos. Con este tipo de propuestas morirán muchas empresas formales, mientras que la informalidad sigue creciendo en la entidad y el país”, apuntó.
Los nuevos gravámenes propuestos por el Ejecutivo estatal para el 2022, son: los relativos a las Actividades Empresariales, Prestación de Servicios Profesionales, a Casas de Empeño y Emisión de Gases Contaminantes.
Aunado a lo anterior, comentó que la supervisión a las empresas a raíz de la pandemia del Covid-19 genera actos de corrupción, como quedó de manifiesto con una gran compañía en Tlalnepantla.
“Personal de la Secretaría del Trabajo federal se presentó en una empresa manufacturera de Tlalnepantla que genera mil empleos directos, con el propósito de saber si estaba cumpliendo con las disposiciones de Salud, como el gel, sana distancia y tapetes sanitizantes, y al percatarse de que estaban laborando trabajadores con problemas de presión y diabetes pretendía clausurarla”, señaló.
Refirió que dicho panorama se suma a la complicada situación que ya atraviesan por el pago de diferentes impuestos, por lo que lejos de apoyar a las empresas las autoridades las quieren desaparecer.
Asimismo, indicó que las nuevas contribuciones podrían representar otro factor que desalentará las nuevas inversiones el próximo año.
Por lo anterior, pidió piso parejo para todos los sectores, porque reiteró que existe una economía subterránea que no contribuye con el pago de gravámenes y las autoridades no hacen nada por regularla.