Daniel forma parte de los 27.4 millones de personas que han adquirido un crédito formal en México, con todo lo que ello representa, pues sabe, incluso, que su patrimonio se encuentra en riesgo constante por dicha situación.
El joven trabajador de una empresa distribuidora de calzado en Toluca, quien actualmente tiene 32 años de edad, debe mantener a su familia -integrada por dos niños y su esposa-, y lamentablemente su bajo salario -mil 300 pesos semanales-, no le es suficiente.
"Me ví en la necesidad de adquirir un crédito bancario de nómina por 20 mil pesos, así como una estufa en un conocido negocio, donde te ofrecen pagos pequeños, pero si una estufa tiene un precio original de 6 mil pesos, el monto se va al doble", lamentó.
Destacó que en muchas ocasiones la prioridad de un padre de familia es cubrir las necesidades de sus hijos, pero se vuelve una situación complicada, cuando el dinero no alcanza.
"La realidad es que los sueldos son muy bajos y no nos alcanza para nada. A nosotros se nos complica poder solventar los gastos semanales y el pago de renta", externó.
En este sentido, habrá que tomar en consideración que nuestro país registra tasas de interés históricas superiores al 10%, con el riesgo de que continúen a la alza por la alta volatilidad que se mantiene el mercado.
Para Dante León Ortega, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), es durante esta época del año, cuando el grueso de la población adquiere créditos, o bien realiza un uso discriminado de las tarjetas bancarias.
"Existen dos tipos de personas: Aquellos a quienes les interesa contar con un historial crediticio bueno; pero también hay otras personas que por desconocimiento en estos procedimientos corren el riesgo de caer en la insolvencia", aseveró.
Por lo anterior, recomendó tener mucho cuidado con el uso de dinero plástico o tarjetas de crédito, ya que se trata de un mecanismo que tarde o temprano tiene que cubrirse.
"Las tarjetas de crédito no son recursos a fondo perdido, sino que se trata de compromisos que deben saldarse en los plazos que se establecen para ello, porque de lo contrario podemos meternos en predicamentos", apuntó.
Finalmente, sostuvo que la tarjeta de crédito tiene la más alta morosidad dentro del portafolio de consumo en México, pues era del 5.04% hasta el primer semestre del año.