Tras iniciar la primera ronda de negociaciones del TLCAN, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, señaló que la primera ronda de negociaciones para modernizar el TLCAN, debe producir un documento general que servirá de base para las discusiones de las próximas rondas.
En una rueda de prensa en la Embajada mexicana en Washington, Guajardo dijo que nada de lo que dijeron sus contrapartes en sus discursos iniciales fue “una sorpresa”, y agregó que esperan que “la renegociación del TLCAN sea un proceso constructivo”.
El secretario dijo que así como incluir un capítulo sobre pequeñas y medianas empresas puede resultar positivo para los tres países, un punto álgido será la posibilidad de que Estados Unidos busque incorporar reglas de origen específicas por país, algo que en su opinión “no es una buena idea”.
También indicó que “necesitamos mejorar algunos acuerdos. No escuché una propuesta específica ni cuando se va a realizar”.
Asimismo, indicó que la delegación mexicana está acompañada por un grupo muy nutrido de empresarios del país, aproximadamente un centenar.
Aunque dejó en claro que “esto no quiere decir que las posiciones son determinadas por sus opiniones”, sino que nada se pone en la mesa hasta generar los consensos necesarios”.
Además, Guajardo señaló que en el contexto de la integración con América del Norte, México más que ser una parte del problema ha sido parte de la solución.
Desde temprana hora arrancaron formalmente las renegociaciones del TCLAN, encabezadas por el representante de Comercio Exterior de EU, Robert Lighthizer; la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, y el secretario Guajardo.
El máximo representante comercial de Estados Unidos trazó una dura línea de negociación para los cambios al TLCAN, al decir que se requieren cambios relevantes para recortar los déficit comerciales estadounidenses e impulsar el tema automotor.
Robert Lighthizer dijo que el TLCAN había “fracasado para muchos, muchos estadounidenses” y que el presidente Donald Trump no estaba interesado meramente en ajustar el pacto vigente desde hace 23 años, sino que buscaría cambios relevantes en el área automotriz y de estándares laborales.
“Necesitamos asegurar que los enormes déficit comerciales no continúen y que tengamos un equilibrio y reciprocidad”, declaró.