Las iniciativas en diversos puntos de la República relativas a la prohibición en la comercialización, distribución, donación y suministro de bebidas azucaradas, así como de alimentos envasados con alto contenido calórico, pondrán en riesgo a un gran número de empresas del Estado de México (alrededor de 200 mil).
Laura González Hernández, presidenta del Consejo Coordinador Empresarial de la entidad (CCEM), consideró que estas propuestas no resolverán el problema de salud pública, pero sí podrían incidir en el incremento del comercio informal, así como la venta ilícita de los productos que se pretenden prohibir.
Con lo anterior, este organismo se unió al llamado de las cúpulas empresariales nacionales a favor del libre ejercicio de actividades lícitas como el comercio.
Cabe mencionar que el pasado mes de agosto el Congreso de Oaxaca aprobó la prohibición a la venta y distribución de comida chatarra y bebidas azucaradas a menores de edad, con la cual se impondrán sanciones, multas, clausuras y hasta cárcel a quien promueva y comercialice comida chatarra a este sector de la población.
Afectaría la cadena productiva
La presidenta del CCEM pidió tomar en consideración que serían miles las unidades económicas afectadas, pertenecientes a toda la cadena productiva de la industria alimentaria, debido a la prohibición de la comida chatarra.
Se pondría en riesgo a un gran número de empresas del país y en particular de la entidad, porque representa el 12% del total de establecimientos del país.
Indicó que estas iniciativas buscan contrarrestar los efectos negativos del sobrepeso y la obesidad en la población mexicana, sin embargo, los pronunciamientos de las organizaciones empresariales y patronales del país han coincidido en los riesgos de estas medidas: pérdida de inversión y empleos, además de que no resolverán los temas de fondo sobre la salud de la población mexicana.
“Estas propuestas no resolverán el problema de salud pública y, por el contrario, incidirán en el incremento del comercio informal y la venta ilícita de los productos que se pretenden prohibir”, subrayó González Hernández.
Aseveró que, para atacar este problema, podrían realizarse campañas masivas informativas sobre nutrición adecuada a padres de familia, a estudiantes y en el sector salud a la población en general para crear conciencia sobre los beneficios de una alimentación equilibrada y por lo tanto sana.
Por último, dijo que entre los sectores más afectados se encontrarían: la industria alimentaria, de conservas, refresquera, tiendas de abarrotes, de conveniencia, autoservicio, venta de alimentos, así como comercio al por mayor y al por menor de alimentos y bebidas.