Para lograr una reactivación gradual de la industria maderera del Estado de México, ante la emergencia sanitaria que todavía se vive por el Covid-19, las autoridades deberán implementar las acciones que sean necesarias para ampliar la certificación de las empresas del ramo, ya que actualmente el número que cuenta con este documento es mínimo (se estima un 5%).
Por ello, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Maderera (Canainma) en la entidad, Marco Antonio Ruiz Ruiz, consideró que deben redoblarse los esfuerzos en este rubro por parte de la Protectora de Bosques (Probosque), promoviendo la participación de organizaciones internacionales que se especializan en estos procesos, como FSC® (Forest Stewardship Council) y Reforestemos México.
Aunque recordó que la petición del sector que representa no es de ahora, lamentó que en los últimos años no se haya tomado este tema con la importancia que requiere.
El empresario comentó que la industria maderera tiene gran potencial en México, de la magnitud de la petrolera, con la diferencia de que bajo ciertas normas como la certificación se puede llegar a un modelo de negocios más sustentable.
“Necesitamos unirnos para cuidar los bosques, ya que del mantenimiento que reciben depende que se mantengan sanos y sin plaga, además que sea una buena oportunidad para impulsar una industria ecológicamente amigable”, externó.
Marco sustentable
Marco Antonio Ruiz explicó que el proceso de certificación permite que los aserradores legales trabajen bajo un marco sustentable, además de que el gobierno debe tomar medidas para frenar la tala ilegal.
“No se ha explotado ni experimentado el buen uso (de la industria maderable) en favor del medio ambiente. A las comunidades indígenas debemos de darle lo que ellas valen”, resaltó el presidente de la Canainma.