Actualmente se han realizado alrededor de 10 mil 141 operativos de verificación de alto, mediano y bajo impacto en el Estado de México, lo anterior gracias al programa especial sanitario por Covid-19 el cual tiene el propósito de evitar que operen negocios que no son esenciales, debido a que el semáforo epidemiológico continúa en rojo.
Respecto a esto, Luis Miguel Sánchez López, director general del Instituto de Verificación Administrativa de la entidad, dio a conocer que del 27 de marzo a la fecha han abarcado 97 de los 125 municipios mexiquenses para llevar a cabo estas acciones de supervisión.
Reconoció que las supervisiones que lleva a cabo la dependencia pueden representar “actos de violencia” para la ciudadanía, y, por ende, es importante en estos momentos de pandemia conocer los alcances de las mismas.
Estamos hablando de un mundo de verificación (entre federales y estatales), pero yo creo que mientras sea mayor y mejor regulado, la propia población lo podrá ver como algo necesario.
Cabe destacar que entre los tipos de inspección que realiza esta área se encuentran: la verificación a los establecimientos mercantiles con venta de bebidas alcohólicas o con la emisión del Dictamen Único de Factibilidad (DUF), las visitas colegiadas, los operativos con perspectiva de género, la atención a quejas ciudadanas y la supervisión a unidades económicas, así como las verificaciones por Covid-19.
Apoyo de otras instancias
El funcionario de la Secretaría de Justicia, indicó que en los operativos especiales por coronavirus a establecimientos de la entidad se han hecho acompañar por personal de diferentes dependencias, entre ellas: la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coprisem), la Codhem, Protección Civil, la Secretaría de Seguridad, las áreas de Gobierno y Desarrollo Económico a nivel municipal.
Pidió tomar en consideración que las unidades económicas que sí pueden operar son todas aquellas que se encuentran enfocadas a las áreas médicas, limpieza, servicios notariales, bancos, casas de empeño, industrias de alimentos preparados, lavanderías, ferreterías, materiales para la construcción, mensajería, telecomunicaciones y almacenamiento, entre otras.
Con lo anterior quedaron sin la posibilidad de abrir: comercios, bares, cantinas, salones de baile, discotecas, videobares, centros botaneros, casinos, gimnasios, vapores, estéticas y spas.