La mala situación económica para un número importante de empresas en México se ha visto reflejada en el repunte en la tasa de morosidad en pago de crédito, durante el primer bimestre del año, al ubicarse en 3.02%.
Gilberto Sauza Martínez, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales en la entidad (Concaem), llamó al sector económico a reestructurar sus créditos y a los bancos a frenar el repunte en las tasas de interés, con el propósito de fomentar el consumo y actividad económica.
“Consideramos indispensable generar una política económica en México que fortalezca el consumo interno, la capacidad de pago y la actividad de las unidades económicas de todos los tamaños”, aseveró.
Incrementos en las tasas de interés afectará reinversiones y empleos: Concaem
Al cierre del 2022, recordó, la tasa de morosidad en créditos bancarios, principalmente relacionados con tarjetas de crédito, se ubicó en el 3.02%, lo que representó una ligera alza con respecto a los meses anteriores vinculada al incremento en las tasas de interés y, por lo tanto, al encarecimiento del dinero.
“Es muy importante que las instituciones bancarias generen una política de reestructura de los créditos vigentes para aquellos usuarios que aún tienen una tasa variable de interés, con el fin de que modifiquen los plazos de pago y cuenten con una tasa congelada, al tiempo de generar una política de no más ajustes en la tasa de interés”, señaló.
También consideró que estas medidas generarían estabilidad para los usuarios, disminuirían la tasa de no pago, pero además tendrían un impacto directo en la economía al garantizar el flujo de efectivo a nivel nacional.
Se trata, dijo, de una política que fortalezca la economía de los usuarios, pero al mismo tiempo mantenga el dinamismo que al momento se ha sostenido.
“Nuestro llamado es al Banco de México para que su política monetaria deje de estar ligada al aumento de las tasas de interés como medida de control de la inflación, aunque en Estados Unidos se siga aplicando, porque en México hoy las condiciones son distintas y hay que proteger la capacidad de endeudamiento y pago de los usuarios”, sostuvo.
Por lo anterior, el representante empresarial indicó que en este momento se hace indispensable generar una política económica que fortalezca el consumo interno, la capacidad de pago y la actividad de las unidades económicas de todos los tamaños.
Cabe mencionar que, al cierre del primer mes del año, el crédito al consumo alcanzó un saldo de un billón 214 mil 471 millones de pesos, lo que representó un incremento anual de 17.6%.
Para Sauza Martínez esto demuestra que la población ha retomado sus hábitos de consumo tras el peor momento de la pandemia del Covid-19 y está usando el crédito a pesar del incremento en la tasa de interés, por lo que las decisiones deben estar orientadas a que el crédito sea revolvente y no se vea afectada la capacidad de pago del usuario.
Finalmente, el portafolio vigente de las tarjetas de crédito sumó en enero una cifra de 458 mil 482 millones de pesos, un aumento de 21.8 por ciento.