Debido a la caída en la inversión extranjera directa (IED) hacia el Estado de México, repuntó el indicador de desempleo hasta llegar a un 6%, lo cual lo ubica en el segundo sitio a nivel nacional.
De acuerdo con Laura González Hernández, presidenta del Consejo Coordinador Empresarial en la entidad (CCEM), se trata de una cifra muy similar a la registrada en el primer año de la pandemia del Covid-19.
Lo anterior, lo atribuyó la empresaria a la ausencia de una política económica de recuperación en la entidad.
“La entidad registra una tasa de desocupación del 6%, lo que representa la segunda más alta del país, similar a la que observamos durante el primer año de la pandemia, según datos del INEGI”, señaló.
Para la representante empresarial, el desempleo a nivel estatal tiene una relación directa con la caída en la inversión, cierre de empresas, crecimiento de la informalidad y una falta de política para la recuperación económica.
Muestra de esto, refirió, es que los datos de IED al cierre de 2021 sitúan al estado en séptimo lugar nacional, posición histórica en estos registros, lo cual resulta un dato alarmante pues este indicador habla de la capacidad de las entidades para promover nuevos proyectos y reinversiones como parte de sus factores de competitividad.
Según otros especialistas, la productividad en México lleva al menos dos décadas estancada siendo el aumento en capital la fuente del poco crecimiento per cápita que se ha tenido en los últimos veinte años. Por ello, la caída en el indicador de la inversión representa una señal de alarma.
Con ello se advierte que, de continuar con estos bajos niveles, México puede ser un país que en el mediano plazo crezca a tasas menores al 2%, y con ello difícilmente se podrá erradicar la pobreza, ya que, aunque el crecimiento económico no es condición suficiente para erradicarla, sí necesaria.
Además, aumentar el acervo de capital se traduce en mejoras en la productividad laboral, condición necesaria para lograr aumentos sostenidos a los salarios de los trabajadores.
Es importante mencionar que al ser el más perjudicado por los cierres de negocios el año pasado, solo el sector servicios tuvo una contracción de 18.8% en el primer año de pandemia, mientras que el mismo indicador en la industria se redujo 15.8% y en el sector primario, lo hizo un 11.6%.
De igual forma, la crisis económica desatada por los confinamientos para contener el avance del Covid-19 tan sólo profundizó la debilidad de la inversión que comenzó a sentirse desde el último trimestre del 2018,
Laura González lamentó que mientras otros estados del país han intensificado la actividad de promoción, incentivos, programas y acciones, lo que ha propiciado el crecimiento con mayor velocidad y enfoque en la recuperación de estados del norte, bajío y occidente, la entidad no lo haya hecho.
La representante empresarial reconoció que son varios temas los que influyen para la llegada o cierre de unidades económicas y entre ellos, se encuentran: La sobre regulación, corrupción, inseguridad, crecimiento de la economía informal, por mencionar algunos y esto ha fomentado el desaliento de los empresarios locales y externos.
