Toluca, México.- Los porcentajes de población que presentan algún tipo de pobreza se han disparado en el Estado de México de un 30.9% (en 2001) a 49.6%. De esta forma, mientras dicha problemática afortunadamente ha disminuido en otras regiones del país, la realidad es que en esta zona sigue siendo una asignatura pendiente.
Aunado a lo anterior, Pablo Mejía Reyes, coordinador del Centro de Investigación en Ciencias Económicas (CICE) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), mencionó que otros indicadores sociales locales también sugieren una realidad diferente a la que se puede inferir en las estadísticas de la macroeconomía subnacional.
Más aún, advirtió el investigador, el crecimiento económico y demográfico local ha significado profundas transformaciones en el medio ambiente que han activado la alarma sobre su sustentabilidad.
“El crecimiento acelerado de las zonas urbanas y los cambios de uso de suelo y, en especial, sus consecuencias han ocasionado una genuina preocupación sobre una multicidad de temas, entre los que se encuentran: la contaminación del agua, el suelo y el aire, así como la imperiosa necesidad de revertir los daños”.
Por lo anterior, agregó, el crecimiento urbano estatal ha llevado al surgimiento de temas, como el derecho a la ciudad y a la movilidad, entre otros muchos, en los cuales habrá que poner especial interés.
“Cuando uno observa un panorama como el descrito no podemos menos que preguntarnos: ¿cómo es que llegamos aquí, en una entidad en la que conviven tan agudos constrastes?. Desde luego que las causas de esta situación son múltilples y tienen que ver con todo un conjunto de factores históricos, culturales, educativos y socioeconómicos”.
Dicho panorama, consideró, también se encuentra relacionado con las políticas públicas adoptadas y, en especial, con el marco institucional en el que nos desarrollamos al condicionar muchos de esos factores en nuestra vida cotidiana.