De 100 empresas que se crean en el sector de la construcción, 90 no llegan a los dos años, entre otras cosas por falta de recursos financieros, carencia de tecnología, infraestructura y seguridad.

Es un mercado que no está protegido por barreras arancelarias o no arancelarias y que hoy debe competir con productos que llegan del exterior con valor agregado y a precios más bajos.

Requerimos que a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) que son el 97 por ciento del total, se les motive y se les aliente para que crezcan, manifestó

Mario Vallejo Valdés, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), en el Estado de México

En reunión de los afiliados a la CMIC estatal con la secretaria de Desarrollo Económico del gobierno estatal, Alejandra Del Moral Vela, Vallejo Valdés pidió apoyo del gobierno estatal con medidas como la contratación por asignación directa de obras para las Mipymes, en los montos que la ley establece para ello.

Mediante esta estrategia, explicó, podemos crear más oportunidades de trabajo para estas empresas y generar empleos.

Solicitó también apoyo a la titular de Sedeco “para que podamos vincularnos con los grandes inversionistas de obras privada, industrial, comercial e inmobiliaria e impulsar la inversión, lo que se traducirá en crecimiento económico del estado”.

En su intervención, el dirigente empresarial consideró necesaria la renovación del convenio que la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en la entidad ha firmado con el gobierno estatal, para que a quienes realizan obra pública les sea retenido de su pago, el dos al millar y el cinco al millar.

Vallejo Valdés explicó que el dos al millar que se les descuenta de lo que les paga el gobierno estatal por obra realizada, se canaliza para capacitación de empresarios y trabajadores de esta industria, en tanto que el cinco al millar se canaliza para desarrollo social.

Señaló que desde 1996 se vienen realizando esas retenciones pero los convenios están vencidos.

Seguramente en este momento las dependencias que pagan obras públicas no están reteniendo estos porcentajes, apuntó en entrevista posterior.

Consideró que 2018 será un año difícil para los constructores: se avecinan elecciones federales, lo cual quizá entorpezca el programa de obras públicas.

Pero estamos esperanzados que los gobiernos federal y estatal canalicen recursos importantes para obra pública; “tengo entendido que son 23 mil millones de pesos para el estado”, mencionó.

Detalló que actualmente, el 35 por ciento del trabajo que ejecutan las empresas del sector es obra pública y el 65 privada.

Hace seis años era al revés, se ha reducido desde hace seis años la asignación de recursos para obra pública, lo cual ha derivado en que estemos creciendo apenas al uno por ciento, mientras anteriormente se tenían repuntes de 5 ó 6 por ciento anual.