Los productores de gorros y sombreros de San Cristóbal Huichochitlán nunca imaginaron que en 2020 estarían sobreviviendo económicamente con la elaboración de cubrebocas y gorras con careta.
“Si me hubieran dicho a principios de año que íbamos a terminar vendiendo cubrebocas y gorras con careta, no lo habría creído”, admitió la comerciante Sofía Alcocer.
Y ahora también deben estar al pendiente de las innovaciones en esta moda sanitaria.
Actualmente perciben que los cubrebocas más vendidos son los de colores neutros, como el negro y azul marino, mismos que se pueden combinar con cualquier prenda, sin embargo, los jóvenes optan por los que tienen figuras de personajes de la lucha libre, con estampados brillosos y de telas fluorescentes.
“Vemos que los chavos piden mucho los que están brillositos y llamativos, éstos de estilo de máscara los buscan mucho los hombres, mientras que las mujeres piden en colores pasteles y que tienen bordados tradicionales”, explicó Sofía.
Su precio puede fluctuar entre los 15 y 50 pesos, dependiendo del diseño, tamaño y material. Por mayoreo el costo se ubica entre 6 y 12 pesos.
Los cubrebocas se elaboran en telas de algodón, polipropileno y yute, además de que pueden ser sencillos y con doble o triple capa.
En el caso de las caretas con gorra son ofertadas entre los 25 y 40 pesos.
“El precio es dependiendo el material con el que esté hecho la gorra, si son como de algodón son las de 40, si son de poliéster son las de 35 y las que son de tipo esponja son las más baratas, de a 25, la careta es del mismo calibre y son resistentes, aguantan muy bien el uso cotidiano”, explicó Sofía.
Miguel Ramírez es otro productor que se dedicaba a confeccionar gorros y sombreros de temporada, pero desde marzo pasado tuvo que comenzar a elaborar cubrebocas, pues sus clientes ya no le compraban los otros productos.
El comerciante, quien tiene su negocio sobre la calle Miguel Hidalgo, a unos pasos de la delegación de San Cristóbal Huichochitlán, en Toluca, aclaró que la elaboración de los artículos sanitarios no genera ganancias extraordinarias, pero les permite sobrevivir económicamente.
“Comenzamos a elaborar los cubrebocas prácticamente desde que comenzó la pandemia, vimos que ya no se estaban vendiendo los sombreros y que ahora era necesario usar cubrebocas.
“Fue ahí donde vimos la oportunidad de adaptarnos a las circunstancias por las que atravesábamos como ciudadanos y como comerciantes. y en lo económico también fue un respiro para nosotros”, indicó.
En esta producción siguen la misma ruta de los gorros y sombreros con la comercialización al mayoreo y menudeo, pues cada semana reciben a compradores de otras ciudades del país como Monterrey y Guadalajara, quienes compran cubrebocas al mayoreo para revenderlos en sus localidades.
Los productores de San Cristóbal Huichochitlán admiten que un gorro o sombrero lo podían vender hasta en 200 pesos, por lo cual reiteran que la ganancia es menor con los artículos sanitarios, sin embargo, la nueva producción les permite seguir vigentes.