Las tecnologías “vestibles” son prendas de ropa, calzado o complementos que incorporan microcontroladores y elementos tecnológicos con aplicaciones en ámbitos muy diversos, como un chaleco reflectante para ciclistas que pueda ayudarlos a señalizar los giros.
Aunque la tecnología en la ropa está más enfocada a lo artístico y diversión, también abarca el social y sanitario, con el objetivo de monitorear de manera más constante la salud de las personas, por lo que científicos han desarrollado desde camisetas para controlar las constantes vitales hasta zapatillas que analizan la pisada para detectar posibles patologías.
Lo interesante es incorporar algo en el tejido, como un microcontrolador que sea capaz de tomar decisiones o hacer cálculos, además de otros elementos como sensores, luces led o algo que emita sonido.
Oriol Boix, profesor del departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), detalló para la agencia EFE en el artículo: Ropa inteligente para controlar las constantes vitales o analizar la pisada, que la tecnología en la ropa es cada vez más común y abarca más aspectos.
En la vertiente social y sanitaria destacan prendas que sirven para controlar la temperatura corporal, saber hacia qué lado están el norte y el sur o para controlar si una persona dependiente se está alejando demasiado de casa, además los expertos explican que es muy poco probable que estas prendas tengan contraindicaciones para la salud, porque se habla de tensiones muy bajas en todo momento, que no suponen ningún problema.
En cuanto al mantenimiento, se detalla que todo lo que es electrónica se puede lavar siempre y cuando se haga sin alimentación eléctrica, ya que todo va encapsulado porque cada vez hay más sistemas de carga que no necesitan ningún agujero, como relojes y pulseras que se pueden sumergir.
Finalmente señala el documento señala que los investigadores creen posible que dentro de un tiempo, al igual que ocurre ahora con algunos relojes inteligentes, existan camisetas con baterías que sea necesario extraer para cargar, aunque también pueden desarrollarse tecnologías que sustituyan a las baterías, como algunos proyectos que usan la propia piel como batería pero que, de momento, no tienen mucho recorrido.