Ya sea por ahorrar o simplemente porque vemos que sigue funcionando seguimos utilizando el cable dañado para cargar el celular, sin embargo es una práctica no recomendada por varias razones, desde el daño que puede causar al dispositivo hasta evitar descargas eléctricas.
Utilizar un cable roto daña el smartphone debido a los picos de tensión, incluso durante la carga el dispositivo se puede calentar y provocar un incendio, aunque es poco común se han registrado casos en los cuales las personas sufren quemaduras e incluso les ha causado la muerte.
Otro de los riesgos es que al dejar cargando el teléfono se puede originar un incendio en la casa, de ahí la importancia de ver el estado físico del cable.
También se corre el riesgo de sufrir una descarga eléctrica, los alambres que quedan al descubierto son volátiles, por lo que al entrar en contacto con la piel pueden producir una quemadura, incluso una electrocución.
Aunado a los problemas anteriores se está dañando el celular, el desgaste no permite que la electricidad fluya correctamente a través del cable ocasionando que existan picos de tensión que gradualmente dañan los componentes internos.
De igual forma se corre el riesgo de causar daños a un menor de edad o una mascota, que debido a la curiosidad natural los puede llevar a tocar un cable deshilachado y ocasionar accidentes inesperados.
Por lo tanto no hay que esperar a que un cable esté totalmente dañado para cambiarlo, es mejor hacer el gasto y evitar incidentes.
Sin embargo para alargar la vida útil del cable hay algunas sugerencias, como el hecho de no estirarlo de más para evitar la tensión y evitar que en el futuro los cables queden expuestos, así como desconectarlo con cuidado y utilizar siempre los originales.