Miramos el teléfono celular en todo momento, queremos revisar todo, incluso sin tener ninguna notificación, según un estudio de HMD Global es un promedio de 142 veces al día, en la semana pasamos más de 18 horas viendo la pantalla, pero ¿es realmente necesario?.
La conectividad a internet y redes sociales es una actividad que se ha incrementado en medio de la pandemia del Covid-19, sin embargo no es nada sencillo desprenderse de este estilo de vida el cual puede llegar a dañar el bienestar y la salud mental.
Una de las consecuencias se puede traducir en la nomofobia, una palabra que surge del inglés “no mobile phobia” (fobia a estar sin móvil) y que es el miedo irracional que sienten algunas personas cuando algo les impide interaccionar con su celular.
El 2020 pese a la pandemia fue un año próspero para el mundo digital, mucha gente se ha conectado por primera vez a Internet para adaptarse a los retos de la pandemia: en enero de este año 4.660 millones de personas en todo el mundo utilizaban internet, lo que supone un aumento de 316 millones (7,3%) respecto al mismo mes del año pasado.
Lo anterior lo da a conocer el portal de Infobae con el artículo titulado: La vida en línea: ¿cuánto nos puede afectar mirar el celular 150 veces por día?, donde se agrega que la penetración global de internet se sitúa ahora en el 59,5%. Los datos se desprenden del informe “Digital 2021” elaborado por Hootsuite y We Are Social.
El estudio detalla que el usuario medio digital pasa ahora casi 7 horas al día conectado a la red, que equivale a más de 48 horas por semana. Si suponemos que la persona promedio duerme entre 7 y 8 horas al día, esto significa que ahora pasamos el 42% de nuestro tiempo despiertos en línea.
Por países, los filipinos son los que mayor cantidad de tiempo pasan conectados, un promedio de casi 11 horas al día. Les siguen los brasileños, colombianos y sudafricanos que pasan unas 10 horas en línea al día.
El número de personas que utilizan redes sociales aumentó más de un 13% en 2020, con casi 500 millones de nuevos usuarios, lo que lleva el total global a casi 4.200 millones a principios de 2021. El número de usuarios de redes sociales es ahora equivalente a más del 53% de la población mundial.
La nomofobia como patología se identificó por primera vez en 2008 y los expertos señalan que quienes la padecen experimentan una gran ansiedad cuando se dan las siguientes situaciones: pérdida de celular, batería o crédito agotado y falta de señal.
El primer estudio que dio la voz de alarma sobre este fenómeno lo llevó a cabo el gobierno británico hace cuatro años, con el fin de investigar las ansiedades que sufren los usuarios de telefonía móvil, detalla el artículo.
Las altas dosis de pantalla diaria pueden llevar a la depresión, la ansiedad, a los trastornos de déficit de atención e hiperactividad y problemas del sueño, por eso es recomendable reducir las pantallas por lo menos una hora antes de dormir.
Hay estudios que demuestran que hemos perdido la capacidad de almacenar o memorizar datos, porque hemos ganado mucho en la habilidad de buscarlos, esto se debe al famoso efecto Google, y la hiperconectividad tiene que ver con la conexión a esta mega biblioteca de base de datos planetaria.