Hace más de una década hubiese sido prácticamente inimaginable aprender algún idioma, mediante aplicaciones a través del teléfono celular (porque ni siquiera existían), pero ahora este aparato ha venido a revolucionar la vida diaria de millones de personas en México, ya que se estima que existen por lo menos 92.9 millones de usuarios, y anualmente dicha cifra va en aumento.
Derivado de lo anterior, se han venido diseñando diferentes aplicaciones tendientes a facilitar el aprendizaje de idiomas que para el grueso de la población pueden resultar complicados, como es el caso del japonés.
Actualmente, para la mayoría de las personas que quieren estudiar otro idioma, el inglés sigue siendo la primera opción, y muestra de ello, es que lo hablan en la actualidad aproximadamente mil 500 millones de personas. Pero, además de éste, existen otros que ya no pueden dejarse de lado, debido al fenómeno de la globalización, entre los que destacan: el chino mandarín, el japonés, el alemán, el francés y el portugués.
¿Cómo surgió la aplicación?
Ante este panorama, Alfredo González Álvarez, estudiante del octavo semestre de la carrera de Mecatrónica en el Instituto Tecnológico de Toluca (ITTol), desarrolló una aplicación basada en los tres silabarios en japonés: hiragana, katakana y kanji, y la intención fue retomarlos para que la gente pudiera aprender este idioma que es complejo y diferente.
La técnica empleada en dicho esquema es la nemotécnica, mediante la cual se realiza una similitud pictográfica del carácter con respecto a un objeto.
Realicé este método para angloparlantes, como una forma de relacionar los caracteres de hiragana con algún pictograma, con el propósito de aprender más rápido, y no es algo que me esté inventando, sino que los conocimientos corresponden a Paul Pimsleur, quien estudió lingüística aplicada y desarrollo un método que facilita el aprendizaje de los idiomas
Esta aplicación se encuentra prácticamente concluida, y el programa completo en su laptop, y sólo está a la espera de mejorar el diseño, con el propósito de hacerla más atractiva y ágil, reproduciendo sonidos y forma de repetir las palabras.
Por ahora, Alfredo González se encuentra a la espera de que alguien pueda auspiciar su aplicación, ya que en esa medida podría ser gratuita.
Su gusto por el japonés
Entre los factores que permitieron desarrollar la aplicación, se encuentra el hecho de que le gusta el japonés y lo estudia desde hace años (cuando no había nada de esto en Internet), además de que ha tenido la oportunidad de viajar en dos ocasiones a ese país asiático.
“Aprendiendo las letras básicas podemos comprender rápidamente el japonés. Yo estimo que en una semana cualquier persona utilizando mí aplicación puede leer si no muy bien, cualquier cosa que tenga letras en hiragana, como lo he podido constatar de manera directa con mis familiares y amigos”, resaltó.
Lamentó que lo que se sigue encontrando a través del internet sean programas enfocados a niños japoneses, lo cual no le sirve a un hispano parlante, ya que por ejemplo, la educación de ese país y la nuestra es muy diferente.