El número de usuarios de internet en México asciende a 71.3 millones, de los cuales 64.7 millones tienen un celular inteligente o smartphone, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2017.
Estos dispositivos han revolucionado la forma en que nos comunicamos, entretenemos y relacionamos con nuestro entorno. Cuentan con aplicaciones que nos facilitan la vida: conseguir transporte, ordenar comida a domicilio, buscar noticias, enviar correos y pagar servicios, entre otros beneficios.
Un poco de historia
En 1994 salió a la venta el IBM Simon, primer dispositivo móvil que cumplía con las características de un teléfono inteligente. Éste era semejante a un tabique, pesaba medio kilo y medía 20 centímetros de longitud, incluía una pantalla monocromática y teclado numérico virtual sensible a las yemas de los dedos.
El término smartphone se utilizó por primera vez en 1997, cuando la empresa sueca Ericsson presentó su modelo Ericsson GS88 también llamado “Penelope”.
En ese contexto, Steve Jobs anunció en enero de 2007 un producto innovador: el iPhone. Si bien es cierto que todas las tecnologías que se implementaron en este dispositivo ya existían, la empresa Apple reinventó el concepto de smartphone y ofreció a los usuarios una pantalla multitáctil que cambió la industria de los teléfonos inteligentes.
Hoy día, los adelantos tecnológicos avanzan vertiginosamente. El uso de los smartphones nos permite no sólo estar comunicados sino tener acceso a ingentes cantidades de información (científica, cultural, social, política, etcétera), es decir, llevamos una minicomputadora en el bolsillo.