Cuando los aparatos electrónicos están programados desde fábrica para tener un tiempo de servicio limitado con el objetivo de que el usuario se vea en la necesidad de comprar uno nuevo, se conoce como obsolescencia programada.
Esta es la razón del por qué el celular, tablet, computadora, incluso la impresora, radio o secadora, sin que hayan sufrido golpes, descargas eléctricas o un uso inadecuado simplemente dejaron de funcionar.
Este efecto suele ser planificado desde los fabricantes, quienes calculan el tiempo de vida de sus productos, con el objetivo de reducir deliberadamente su utilidad y hacer que los usuarios compren uno nuevo, ya que incluso las reparaciones pueden ser costosas.
La obsolescencia programada funciona a través de la planificación de la marca que programa la muerte de sus productos con fallas irreparables o inexplicables, o sacan un nuevo para dar la idea de que el anterior no puede ofrecer el mismo funcionamiento, señala en artículo: Qué es la obsolescencia programada y su posible interés en hacer que los dispositivos se dañen más rápido, publicado por Infobae.
El artículo agrega que hay varios tipos de obsolescencia y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), detalla que existen tres; la primera es la obsolescencia funcional y tecnológica, la cual se da debido a un defecto funcional, avería o incompatibilidad.
La otra es la obsolescencia de calidad, después de un corto tiempo el producto presenta fallas y mal funcionamiento y finalmente la psicológica, se siembra la idea de que el producto deja de ser el de novedad o última tendencia.
No obstante hay países donde se está trabajando para que las empresas no determinen cuánto deben durar sus productos, en Francia la obsolescencia programada es un delito, sin embargo para atacar el problema a nivel global se plantea una nueva visión circular para los aparatos electrónicos, también conocida como “producción de ciclo cerrado”, que consiste en ampliar su duración y contemplar procesos de reciclaje de los componentes que son valiosos pero peligrosos para la salud humana o el medio ambiente.