Los avances en la ciencia y el mayor número de personas afectadas por la pandemia del Covid-19 ha derivado en una mayor confianza hacía las herramientas tecnológicas y máquinas sobre todo autónomas, esto como consecuencia del alejamiento con los otros seres humanos.
Un trabajo de investigación publicado en la revista iScience, detalla que las personas afectadas por la situación de la Covid-19 mostraron más altruismo hacia otros humanos, pero los investigadores también observaron inesperadamente el mismo altruismo hacia las máquinas involucradas en el experimento.
El estudio refuerza una teoría sobre el pensamiento heurístico (juicios rápidos que la gente usa para navegar en interacciones complejas diarias) como motivación para tratar a las máquinas como personas y tener fe en la tecnología.
El contexto es favorecido por los avances científicos, así como los progresos en la creación de las vacunas contra el Covid-19, lo que ha incrementado la compasión a partir de experiencias relacionadas con desastres.
Por lo que toca a la confianza hacia las tecnologías autónomas, un estudio publicado en la revista Journal of Mechanical Design respalda la idea de que la opinión de un usuario sobre el rendimiento de la tecnología es el factor determinante más importante de si confía o no en ella, no obstante esta confianza difiere según el grupo de edad, el género y el nivel educativo.
Los resultados de la investigación demuestran la importancia de satisfacer las expectativas de los usuarios y destaca el potencial para generar confianza al inducir emociones contextualmente.
En otro estudio también se encontró una mayor tendencia a confiar en las máquinas comparado con los humanos cuando se trata de información privada
Sin embargo los desarrolladores de estas tecnologías es crucial conocer los mecanismos detrás de esta confianza para ofrecer soluciones más eficientes y amigables con el usuario, pero también preparándose ante posibles malos usos como la creación de máquinas más confiables destinadas a realizar fraudes.