Dado que China se encamina a colocarse como el mayor comprador de carne de cerdo de origen mexicano, negocios que venden productos derivados del puerco pueden tener un crecimiento comercial importante los próximos meses.
Ante la crisis porcina que enfrenta China y los efectos del coronavirus, el país asiático ha volteado a México para abastecerse por lo menos por un periodo de cinco años, representando una gran oportunidad para el desarrollo de los productores mexiquenses y nacionales, afirmó Carla Suárez Flores, presidenta del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne).
De acuerdo al Atlas Agropecuario del Estado de México, publicado por el INEGI, la carne es el producto principal que se extrae de los cerdos.
De las 390 mil 774 existencias totales de porcinos que poseen las unidades de producción en el Estado de México, el 5.6% eran de sementales, el 20.3% correspondían a vientres; el 47.9% a engorda y desarrollo y el 26.2% correspondían a lechones.
Los municipios con la mayor existencia de ganado porcino son Jilotepec, Zumpango, Tlatlaya, Tecámac, Texcoco y Toluca, que en conjunto representan el 26% de las existencias que hay en el territorio mexiquense.
Además, en Jilotepec, Toluca, Tejupilco, Zumpango y Tlatlaya se encuentran las existencias mayores de cerdos, manejados por las unidades de producción. En conjunto estos cinco municipios representan el 18.1% de vientres en el estado.
A su vez las entidades con mayor presencia en esta producción son Jalisco, Sonora y Puebla, con un 48% de la producción de cerdos llamados híbridos, es decir que son producto de la cruza de animales de razas puras.
GASTRONOMÍA
En el caso del Estado de México también cuenta con una tradición en la producción de carne porcina, como es el caso del "Obispo", el cual es un embutido a base de carne de cerdo.
Lo hay en dos clases, el normal y el especial, este último se elabora adicionado con diversas y finas semillas, tales como pasas, piñones, almendras, entre otros, pero el sabor y el gusto indiscutible lo dan los llamados “sesos” de cerdo, indica un promocional del gobierno federal.
"El nombre de este platillo procede, según la tradición popular, (de) cuando un grupo de seminaristas al probar la entonces llamada rellena de sesos les pareció que era un platillo digno para un obispo…y de ahí surgió el nombre", indica dicho documento.
"Las ventas cayeron en más del 50%, pero hay confianza en que se dupliquen".