Los tatuajes que por años han ocasionado discriminación en Álvaro, le han permitido al también vendedor de golosinas trabajar como extra en varias producciones de cine y la televisión.
Álvaro Rodrigo Pérez González o "El Grillo", como lo conocen sus amigos, desde hace años se dedica a la venta de caramelos a usuarios de unidades del servicio de transporte público. A la par se desempeña como extra y ha convivido con actores de talla mundial como Nikolaj Coster-Waldau, Jamie Foxx, Jodie Foster, Matt Damon y Diego Luna entre muchos otros.
"El Grillo", con apariencia de cholo y orgullosamente ecatepense, cuenta con 36 años y el mismo número de tatuajes en su cuerpo. Aseguró que su vida no ha sido fácil, aun existe la discriminación a quienes lucen como él.
Percibe las miradas de la gente llenas de confianza y miedo que causa su presencia, también el acoso de guardias de seguridad que lo siguen cuando entra a algún centro comercial.
En el 2009, a la edad de 14 años, emigró a los Estados Unidos en busca del sueño americano. Fue hasta el segundo intento por Mexicali y una caminata de tres días que llegó a Oakland en California, donde ya lo esperaban sus familiares.
Un año después, comenzó a entintarse la piel. En gran parte porque ya pertenecía a una de las clicas -pandillas- del lugar. Todos sus tatuajes significan algo, pero en especial aquel que tiene grabado con los nombres de sus padres.
Álvaro estudió hasta el tercer grado en la escuela secundaria Casa Grande (Casa Grande High School), sin embargo, fue atrapado por el mundo de las pandillas. A partir del 2003 fue arrestado varias veces por la policía, la última detención fue en 2005 y, tras dos años en la prisión del estado, finalmente en el 2007 fue liberado y deportado a México.
A su llegada, su aspecto no le permitió encontrar trabajo así que se dedicó a cuidar coches en las inmediaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) en el centro de Ecatepec. En el 2010, una joven que conocía le entregó un volante donde solicitaban jóvenes tatuados para realizar un casting y decidió probar suerte.
Unos días después recibió una llamada para invitarlo a trabajar como extra en la película de Hollywood “Elysium”. Luego de una semana de rodaje, continuó como “franelero” y posteriormente se dedicó a la venta de caramelos a los pasajeros de las unidades del transporte público, actividad que aún realiza.
“Cuando se acabó el trabajo de franelero, me metí a la venta de dulces, primero en tianguis y después en las unidades de pasajeros. La gente tiene un estereotipo de todos los compas, entiendo que hay algunos que venden por la fuerza y por mi aspecto algunos chóferes no me dejan subir”, dijo.
Explicó que, tiempo después, la agencia que lo contrató para trabajar como extra en Elysium lo volvió a llamar. Desde entonces no ha dejado de trabajar en varios proyectos. Ha participado como extra en el cine, teleseries, telenovelas, entregas de premios, con youtubers y hasta comerciales.
Refirió que en el mundo de los extras existen varias categorías. El triple “A”, que son los extras blancos y con ojos de color. El de perfil bajo o de “barrio” y el extra glorificado, que después de muchos años es al que él pertenece.
Algunas de las producciones donde ha participado son: las películas Elyseum, Guerra de Likes, Chilangolandía. También telenovelas como Imperio de Mentiras, Sin miedo a la verdad, Vencer el miedo, El último Dragón, así como las series Rosario Tijeras y Capadoncia. El programa de comedia Vecinos, premios MTV y videos de conocidos raperos.
También ha formado parte de producciones alemanas, rusas y de origen chino. Su más reciente participación fue en otra producción estadounidense denominada “God is a bullet” - Dios es una bala- protagonizada por los actores Nikolaj Coster-Waldau y Jamie Foxx, que está a punto de salir al aire.
Álvaro guarda especial cariño a todas las producciones donde ha participado, de todas aprendió. Pero su favorita fue en la novela de “Vencer el Miedo”, donde fue parte de 23 capítulos.
A la par de la venta de golosinas, "El Grillo", quien además domina el idioma Inglés desde hace más de dos años, se está formando como actor. Ha tomado un par de cursos-taller de actuación y está a la mitad de otro, todos impartidos por el actor Moisés Cardez, que fue quien le abrió las puertas al mundo de la actuación. Álvaro también toma clases de teatro en el Centro Cultural el Foco.
Aseguró que no le avergüenza vender dulces en la calle, ya que además de permitirle llevar sustento a su casa, también puede pagar sus clases de actuación. Mencionó que cuando comenzó con las golosinas sentía un poco de pena sobre todo por las miradas de desconfianza de la gente, pero eso no lo intimidó.
“Aquí en México te miran mal por los tatuajes, nos discriminan, piensan que todos somos drogos o rateros y no es así. He probado algunas drogas pero nunca me clavé, estoy limpio de todo eso”, relató.
Contó que cada que sube a una camioneta o autobús, nunca le falta el respeto a los usuarios. Ofrece dulces tratando de arrancarles una sonrisa. Hay pasajeros que lo reconocen porque lo han visto en la televisión o el cine y hasta fotos le piden.
El Grillo explicó que sus maestros de actuación son muy estrictos pero le tienen paciencia. Su familia está compuesta por 4 hijos, un par de adolescentes de 16 y 14 años que radican en la Unión Americana. Así como dos pequeños, uno de 8 años, uno 11 meses y su esposa que son su principal motor, lo motivan y están felices sobre todo porque ya no es como antes, por el cambio que dio en su vida.
Destacó que después de lo que ha vivido, ahora que se dedica a algo positivo, inculca en su hijo la educación, el respeto y no vivir la vida que años antes llevó. Sin embargo, reconoce que las experiencias en la calles también le han enseñado y abierto los ojos.
“Le digo a mi hijo que si alguna vez quiere tatuarse, lo piense bien ya que tal vez le toque pasar lo que viví y sigo viviendo yo. Le he aconsejado que no lo haga, a los niños en la calle o en el transporte público les digo, no te tatúes porque vas a terminar vendiendo dulces -ríe-”.
En cuanto a los roles o personajes que por su apariencia están relacionados con la delincuencia, expresó no sentir molestia o agravio ya que su perfil es el que busca las productoras para este tipo de papeles. Indicó que estos personajes llevan un mensaje, ya que pueden tener todo en la vida pero al final terminan solos, concluyó.