Con cincel y martillo, Fabiola Díaz, originaria del municipio de Chimalhuacán, talla la piedra desde niña, quien heredó este oficio de sus abuelos y le enseña a su hijo para mantener vivo este milenario oficio.
En entrevista, comentó que desde muy pequeña su abuelo le enseñó a tallar la piedra de cantera, es por eso que le gustó este oficio milenario.
"Me acuerdo que desde los 8 o 10 años de edad mi abuelo y mi papá me llevaban a su taller, primero veía cómo le pegaban con el martillo al cincel y un día mi abuelo me dijo: ¿te gusta?, y le dije que sí y me compró un martillito y un cincel que todavía por ahí andan, así comencé", narró.
Fabiola, quien es madre de dos hijos, explicó que no es tan fácil este oficio y más porque siempre se ha identificado para los hombres, es por eso que ella se ha dedicado a abrir espacios a las mujeres.
"Durante décadas siempre se ha dicho que es trabajo para los hombres, pero no, también las mujeres podemos y sabemos hacer esculturas más detalladas", comentó.
Los llamados picapiedra, talladores, escultores o artesanos son conocidos en Chimalhuacán por sus grandes esculturas talladas en piedra, aunque es un arte poco valorado, el amor por el oficio que ejercen no los ha dejado abandonarlo, como la señora Fabiola.
Las herramientas esenciales que usa la artesana mexiquense es un cincel y un martillo, sin embargo, dijo que conforme fue pasando el tiempo se crearon diferentes tipos de cinceles y martillos, mazos y hasta sierras con las que se detallan las piezas.
El arte de esculpir o tallar la piedra ha estado presente en toda la historia de la humanidad, principalmente en el paleolítico y en el neolítico, es decir, la edad de piedra, donde se comenzaron a tallar las primeras herramientas, utensilios y armas muy simples que con el paso del tiempo se fueron perfeccionando hasta ser usada en la arquitectura, esculturas, decoración y la joyería.
Explicó que con ella sería la cuarta generación de su familia que se dedica a este milenario oficio, y lo quiere mantener presente, por ello le está enseñando a su hijo cómo tallar la piedra.
"Según dice mi abuelo que fue su padre el que comenzó, luego mi abuelo, mi papá y yo, pero ahora mi hijo también le gusta y por eso le estoy enseñando", dijo.
Para preservar está actividad, cientos de artistas acuden cada año a la Feria Metropolitana Artesanal y Cultural, en la que los canteros concursan en el labrado de piedra.
De acuerdo a artesanos, hay evidencias que en este municipio mexiquense el tallado en piedra se realizó desde la época prehispánica, en la zona arqueológica de Los Pochotes.
En el municipio de Chimalhuacán existe la Escuela Taller del Cantero, la cual se fundó en el año 2013, donde artesanos acuden a tomar clase de este milenario oficio, en la escuela los alumnos son instruidos por escultores del municipio.
"Somos herederas de la talla en piedra, es algo que todas compartimos desde la niñez, es algo que ya traemos de formación en nuestras vidas, es por eso que no hay que dejar que se pierda esta costumbre", dijo.
El tiempo que lleva en este oficio, Fabiola ha esculpido alrededor de 15 figuras con las que ha participado en concursos y se ha presentado en ferias, festivales.
Como parte de su vida, la mujer de 45 años de edad dijo que su propósito es no dejar que este oficio muera o quede olvidado, sino que prevalezca para las siguientes generaciones.
El pasado 19 de marzo el ayuntamiento de Chimalhuacán rindió un homenaje a los escultores de talla en piedra, donde reconoció este oficio como unos de los más emblemáticos de esta localidad, donde la creatividad, el ingenio y la destreza hacen que un trozo de piedra en cantera se convierta en una obra de arte.
Por último, Fabiola Díaz invitó a la población a visitar los talleres de los artesanos en el municipio de Chimalhuacán.