Lamentablemente, el consumo de cannabis repuntó entre los jóvenes universitarios, y muestra de ello es que 40 de cada 100 alumnos admitieron que ingieren esta sustancia; de 30 a 40 estudiantes lo hacen de manera habitual y de 25 a 30 jóvenes lo llevan a cabo de manera ocasional, con lo cual más de la mitad de los alumnos en algún momento de su vida han tenido contacto con el uso de esta sustancia.
En entrevista con El Sol de Toluca, el doctor en Ciencias Sociales, becario del Comecyt y ex académico de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), Alejandro Campuzano Álvarez y el profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la máxima casa de estudios de la entidad, Ramiro Medrano González, señalaron que derivado de dicha situación están proponiendo la creación del primer Observatorio de Adicciones en la historia de la universidad estatal, el cual pudiera estar integrado por especialistas en Sociología, Psicología y Ciencias de la Salud, entre otros.
'Tenemos que quitarnos como sociedad la idea de que no está pasando nada, ya que los alumnos cuando ingresan a la universidad registran una incidencia en el consumo de la cannabis e incluso presentan aumentos significativos en éste. Lo que ha hecho el Estado es continuar con su política de hermetismo, aunque se han registrado serias afectaciones en los estudiantes', indicó Campuzano Álvarez.
'En los últimos meses, agregó, de viva voz por parte de los jóvenes se sabe que se presenta el consumo de este estupefaciente, 'estamos luchando contra la situación de que si bien no estamos incentivando el consumo tampoco lo estamos estigmatizando'.
'En la actualidad todos somos libres de decidir qué hacemos y qué no; por ejemplo, existe otro tema de las bebidas embriagantes que hemos platicado con los estudiantes porque su consumo también es nocivo para la salud; y una adicción puede tener más o menos implicaciones, pero el consumo de una es legal –el alcohol- y la otra no', apuntó.
Hace unos años, recordó el investigador, el Poder Judicial estableció como inconstitucional que no se puede penalizar el consumo de cannabis y existen derechos humanos que amparan esta decisión, 'a mí como ciudadano el Estado no me puede decir qué consumo y qué no, pero siempre y cuando únicamente tenga afectaciones en mi persona'.
Subrayó que el consumo de sustancias nocivas es algo que se encuentra presente a nivel social, 'pero ¿cómo vamos a tratar a la gente que consume?, como delincuentes o como un tema de salud –paciente-'.
Alejandro Campuzano refirió que a nivel internacional se ha establecido que quienes consumen no son delincuentes, sino posiblemente pacientes que requieren apoyo.
'Normalmente asumimos que la gente que consume marihuana tienen una adicción, pero no siempre es así, como ocurre con el alcohol. Nuestra investigación parte del sentido de que sí ha incrementado el consumo de cannabis entre las y los estudiantes de nivel licenciatura, pero aquí lo importante es conocer cómo afecta desde el punto de vista académico –generalmente se presenta deserción-', expresó.
En cuanto a las facultades de la máxima casa de estudios de la entidad, en donde mayor consumo de este estupefaciente se registra, se encuentran: Humanidades, Ciencias Políticas y Sociales e Ingeniería.
'Al interior de la universidad los estudiantes saben con quienes conseguir marihuana –células delictivas-, los horarios en donde se consume, así como los espacios para ingerirla. De alguna manera, podemos decir que se están realizando delitos dentro de los espacios académicos con este tema', concluyó.