Como consecuencia de la crisis hídrica por la que atraviesa el país, es necesario implementar un plan de manejo de recursos hídricos con visión de largo plazo que garantice la disponibilidad del recurso para las futuras generaciones, ya que la escasez afecta de manera grave al 65% de las empresas en el Estado de México.
Tras dar a conocer lo anterior, Mauricio Massud Martínez, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales de la entidad (Concaem), aseveró que la industria en México consume el 5% del total del agua en el país y la totalidad del sector formal realiza su tratamiento para su reutilización.
“Resulta urgente completar un plan hídrico nacional de largo plazo que garantice el suministro de agua para la población presente y futura. La escasez que se registra en el Valle de México y la capital mexiquense afecta hasta al 65% de las unidades económicas en la entidad, principalmente las que involucran su uso en su proceso de producción”, enfatizó.
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Ante esto, puntualizó que las empresas, incluyendo al comercio y los servicios, han tenido que hacer modificaciones en su operación por esta condición.
“Hemos realizado un trabajo constante y consciente para que los colaboradores reduzcan el consumo de agua y lleven este sentir a sus familias, es una condición permanente que habíamos advertido, la llegada del llamado día cero que nos preocupa y ocupa”, sostuvo.
El representante empresarial consideró que la iniciativa privada ha actuado con responsabilidad en la materia con el tratamiento del agua, una condición que no se replica en el uso doméstico, en las instancias públicas, pero tampoco en las actividades comerciales informales.
“Hoy la industria ha dado muestras de responsabilidad en la materia, la totalidad de la industria formal en este estado hace tratamiento y reciclaje del agua utilizada, las unidades económicas tienen sistemas de recopilación de aguas pluviales, pero el vital líquido limpio y listo para volver a usarse vuelve al drenaje y se mezcla con el sucio, por lo que se trata de un pendiente grave que habrá que atenderse”, resaltó.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en México el 76% del agua que se consume está orientada a la agricultura, el 14% al abastecimiento público y el consumo doméstico, el 5% se consume por la industria y un porcentaje similar en la generación de energía eléctrica.
Uno de los puntos en que se tiene mayor preocupación, reconoció, se encuentra relacionado con la obsolescencia de la infraestructura en el país, en la que a través de fugas se desperdicia hasta el 45% del agua potable a la que puede tener acceso la población.
De acuerdo con el Centro Nacional de Investigación del Agua, hace falta cambiar un paradigma ya que los sistemas de tratamiento de residuos terminan por llevar las aguas residuales a los mantos acuíferos lo que deja en claro que es urgente una visión integral en la gestión del líquido.
Por último, refirió que ante el momento coyuntural que vive México con el proceso de relocalización de empresas, contar con un plan que vea más allá de la administración federal en curso es indispensable, pues el acceso a servicios de calidad y constantes es uno de los principales elementos de decisión para la instalación de una empresa.