En 1947, cuando iniciaba el amanecer de la distención por el fin de la segunda Guerra Mundial, nació El Sol de Toluca, periódico que cada 23 de mayo cumple un año más de fructífera vida como decano del periodismo estatal.
Agradecido con El Sol de Toluca porque desde el 15 de abril de 1967 me ha permitido ser colaborador, escribo esta minicrónica de felicitación por sus tres cuartos de siglo de fecunda vida.
En la contraesquina del Centro Escolar Lázaro Cárdenas, en una casa porfiriana que aún existe, se acondicionaron las oficinas y la redacción de un nuevo periódico que en un principio se llamó El Diario de Toluca, formando parte de la Editorial José García Valseca, hoy Organización Editorial Mexicana (OEM), su primer director gerente fue don Carlos Garduño Torres y el subdirector fue Manuel López Pérez.
A partir del 1° de enero de 1950 cambió el nombre a El Sol de Toluca, membrete que conserva hasta la fecha.
El ejemplar equipo de trabajo diario se ha transformado, reacomodado y adaptado a los tiempos, desde la era de los linotipos y la onda corta, hasta los de la digitalización y las redes sociales: dirección, redacción, corrección, circulación, diseño, fotomecánica, administración, clasificados y desplegados, cobranzas, talleres y demás; siempre capitaneado con timón firme y brújula orientadora.
Sus oficinas han cambiado de lugar varias veces: Miguel Hidalgo y Pino Suárez, Belisario Domínguez, carretera México-Toluca y Santos Degollado, donde actualmente tiene su sede inaugurada el 2 de abril de 1986 por el presidente de la República, Miguel de la Madrid. Estas han sido el faro que ha irradiado innumerables noticias, editoriales, reportajes, artículos, columnas, crónicas, policiacas, obituarios, entrevistas, comentarios, deportivas, fotografías, cuentos, versos, caricaturas, anuncios y demás, que son el reflejo no sólo de la vida local, sino del Estado de México, del país y aún del mundo.
La dialéctica de la ciudad durante los últimos 75 años ha sido registrada fielmente por El Sol de Toluca, confirmando que el cambio es una constante histórica, la comparación de la ciudad provinciana de 1947, añorada por muchos, de múltiples rasgos hasta candorosos, muy poco tiene que ver con una Toluca actual, compleja y metropolitana.
El Sol de Toluca se enfila ya a su centenario dentro de 25 fugaces años, difícil entrar a la futurología de cómo será en 2047, pero de lo que hay certeza es que, conociendo la dialéctica hasta hoy mostrada, continuará con evolución, sin estancamientos, ni retrocesos, enfrentándose a todo tipo de problemas, pero finalmente superándolos, esta razonada conjetura, es algo más que un vislumbre y además es nuestro sincero deseo.
Los trabajadores y colaboradores de este ejemplar diario tenemos motivos bastante justificados para celebrar este singular aniversario. ¡Felicidades!
*Miembro de AMECROM y ANACCIM / CRONISTA MUNICIPAL