75 aniversario | El reto impuesto por el Covid-19

En el 2020 esta casa editorial aceleró su transformación digital; la instrucción fue trabajar desde casa y continuar informando a la audiencia en los momentos complejos que se venían

Silvia González | El Sol de Toluca

  · lunes 23 de mayo de 2022

La pandemia representó un reto para esta casa editorial, ya que cambió la forma de informar a la audiencia. Luis Rodríguez | El Sol de Toluca

A partir del 26 de marzo del 2020 El Sol de Toluca enfrentó un reto que implicó acelerar su transformación digital y la dinámica interna de trabajo, además de la cobertura periodística, que fue puesta en pausa en espacios públicos: la pandemia de Covid-19.

La instrucción fue trabajar desde casa, sin dejar de generar contenidos para cumplir con el compromiso de informar a los lectores. Para el equipo de reporteros y fotógrafos confinarse, al igual que el resto de la población, fue una medida complicada, cuando lo normal era salir a las calles para buscar la nota y despejar las dudas que la contingencia generaba. Nuestra página de internet se volvió clave.

Día con día, el color del semáforo epidemiológico establecido por las autoridades sanitarias de los gobiernos federal y estatal restringía las actividades, y quienes escriben y captan con sus cámaras el acontecer cotidiano tuvieron la necesidad de reinventarse, salir a las calles lucía arriesgado ante el desconocimiento de un nuevo virus, pero la realidad debía ser contada. Los métodos, entonces, cambiaron.

Plataformas como Zoom y Meet permitieron realizar parte del trabajo desde casa, en el acercamiento a las fuentes ceñido a cuestionar a través del monitor. No obstante, algunas coberturas obligaban a salir: historias recurrentes de personas que buscaban una cama de hospital para sus familiares contagiados, el peregrinar por oxígeno, la economía de los negocios locales batallando por sobrevivir.


Cubrebocas y gel antibacterial se sumaron a grabadora, cámara, papel y pluma como equipo básico de reporteros y fotógrafos; aún así hubo contagios.

Para los editores la rutina también cambió. Las juntas en las que se vertían dudas, preguntas y trascendidos, migraron de la redacción a las pantallas de computadoras y celulares. El home office fue posible casi de un día a otro gracias a la inversión en tecnología y el impreso no padeció demoras.

Con todo, estos dos años nos recordaron que la labor periodística está en la calle, donde la población enfrenta a diario problemas de toda índole. Nosotros, desde donde sea, los seguiremos contando.

*Jefa de información