- “Déjame, no me toques”, fue el grito de algunas de las participantes del curso de defensa personal que ofreció el grupo Urban Warriors Society, dirigido por Patricia Rieque Corrales, en la unidad deportiva “La Hortaliza” en el marco del Día Internacional de la Mujer.
Cada golpe, cada patada y grito, fueron para aprender a dominar el miedo, las emociones y ponerse a salvo. Así grandes y chicas comenzaron a perder la pena y se liberaron. Algunas se trasladaron mentalmente a las situaciones en que han estado en peligro, las revivieron y, esta vez, no se paralizaron.
Patricia es Mayor Enfermera en retiro, sirvió en el Ejército Mexicano y en el Estado Mayor Presidencial, pero al convertirse en madre, supo que tenía que enseñar a otras a defenderse pues la violencia de género no se vive sólo en lugares concurridos; en muchas ocasiones, las mujeres son víctimas en sus hogares.
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Entre las participantes del curso estaba Alejandra, quien llegó acompañada de su hija Lya, para que ella también aprenda a reaccionar ante el peligro o una agresión.
Aprenden a gritar
Para la Mayor Enfermera Patricia, el cuerpo es un elemento de defensa personal. La voz, las piernas, los puños y hasta las uñas. Cuando se trata de defender la vida, dijo, todo se vale.
“Son ellos o nosotras, o ellas y nosotras, así que muerde, pega, agarra, grita”.
Con una carrera dedicada a la seguridad, Patricia decidió que su retiro no iba a ser tranquilo, que iba a poner su granito de arena para que las mujeres tengan las herramientas para evitar ser víctimas.
“Este taller nace de la necesidad de regresarle a las mujeres la seguridad para seguir siendo ellas, de salir a las calles, disfrutar de sus vidas, de sus distracciones y hobbies, de poder ir a trabajar tranquilas y regresar a casa sin la preocupación de que algo pueda pasar. No lo podemos eliminar, estamos trabajando con las autoridades cada quien desde su trinchera y mi trinchera es ésta”.
De acuerdo con el registro del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante enero, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México abrió 10 carpetas de investigación por el delito de feminicidio y 24 por homicidio doloso de mujeres.
También se investigan mil 118 lesiones dolosas, tres casos de secuestro, ocho de corrupción de menores, siete de trata, 2 mil 262 de violencia familiar y 245 casos de violación.
Y son justamente esas estadísticas las que Patricia busca disminuir por lo que enseña a grupos de mujeres de todas las edades las técnicas que les permitirán responder a una agresión física.
“Les enseñamos primero a que ellas, desde casa, detecten en qué nivel de riesgo se encuentran, les enseñamos a usar las herramientas para defenderse como su cuerpo y materiales como bastones y bóxer; y las enseñamos a usar su mente”.
“Quiero que mi hija esté segura”
Alejandra llegó con su hija Lya, la alumna más pequeña de la Urban Warriors Society, porque para ella es importante que la pequeña, sin importar su tamaño o complexión física, sepa responder un agresión física.
“Me motivó la realidad diaria, todo lo que se escucha en las noticias, la violencia del día a día. Vine para estar mejor, creo que todas las mujeres deberíamos estar aquí. Aproveché que no había clases para que mi hija aprenda a defenderse, quiero que esté segura siempre”.
En medio de risas, contacto físico y técnicas como llaves y golpes directos, 25 mujeres aprendieron las bases de una defensa personal que esperan no tener que utilizar, pero, sí es necesario, que les salve la vida.