Toluca, México.- Después de 12 años de lucha social para impedir la construcción de la autopista Toluca-Naucalpan, habitantes de San Francisco Xochicuautla, municipio de Lerma, informaron que permitirán el paso de la obra por los 2.160 kilómetros que corresponden a su comunidad, luego de firmar un acuerdo para que se modificara el proyecto de origen y se integre un fideicomiso que les permita ser parte de las ganancias del peaje y el planteamiento de un plan de desarrollo integral para rescatar el hábitat afectado.
En conferencia de prensa los integrantes del Consejo Supremo Indígena de Xochicuautla informaron que los compromisos atraídos con el gobierno federal y la constructora responsable de la obra, son un logro que en pocas obras se ha conseguido.
Pues los empresarios y la autoridad federal tuvieron que someterse a las propuestas hechas para evitar mayor daño ecológico y a los derechos de la comunidad indígena de Lerma, sostuvieron los comuneros.
“Es un logro que pocas comunidades del mundo han conseguido en contra de una obra, esto nos va a permitir tener acceso a nuestros bosques y nuestros antepasados, eso es lo que nos interesaba desde el principio”, explicó José Luis Fernández, integrante del Consejo Supremo Indígena.
La obra a cargo de la constructora TEYA, filial de Grupo Higa, continuará su proceso en los siguientes días, aunque no existe aún fecha de conclusión.
Sin embargo, los comuneros informaron que a partir de ahora se comenzará con la integración del plan de desarrollo integral, el cual deberá tener un importante avance al momento en que se ponga en operación la autopista.