Tlalnepantla, Mexico.- La venta de juguetes artesanales en los municipios mexiquenses se derrumbó este 6 de enero, aproximadamente 95 por ciento, de acuerdo a reportes de artesanos que se dedican a la elaboración de estos artículos, de madera en su mayoría.
En Navidad o Día de Reyes, los artesanos locales esperaban un incremento en las ventas de juguetes realizados a base de madera, pero la realidad de la situación fue otra; desde hace aproximadamente 3 años las ventas en el giro de juguetes artesanales ha ido en picada, debido a la incorporación tecnológica en la vida diaria de las familias mexiquenses.
Gustavo Flores y su familia acuden al centro de Tlalnepantla cada año desde la Ciudad de México colocando puestos cercanos a las plazas comerciales y el mercados municipal, donde únicamente se venden juguetes fabricados a mano a base de diversas maderas, apostando por conservar las tradiciones de la niñez mexicana.
Sin embargo, desde los 10 años que tienen vendiendo, la venta de sus juguetes disminuyó 95 por ciento en comparación con años anteriores.
Gustavo titubeó al momento de culpar a la crisis económica por las malas ventas, debido a que el principal rival de los juguetes artesanales, es la tecnología y la forma de educación que tienen cada uno de los niños actualmente.
La familia flores se queda durante el 5 y el 6 de enero con la esperanza de que las ventas repunten pero éstas únicamente logran alcanzar un 5 por ciento en comparación con aquellos negocios que exhiben juguetes de última tecnología o incluso las grandes casas comerciales que se encuentran en Tlalnepantla.
Los precios de los juguetes artesanales son una gran diferencia con el juguete de moda en los aparadores de las grandes transnacionales, debido a que se ajustan a todos los bolsillos, porque la ciudadanía puede encontrar muñecas desde 50 pesos hasta carros y juegos de comida o mini roperos en 200 pesos.
Sin embargo aunque la sociedad no apueste por los juguetes artesanales aún siguen existiendo los compradores clásicos o preferenciales, pero en el último momento también se topan con personas que "regatean" devaluando el costo y el valor humano de cada uno de los juguetes, pues en un juego de mesa mini se pueden tardar días para terminarlo con los detalles necesarios para dar ilusión a quien sea regalado.