Tras casi un año que se decretó la extinción de la pandemia, las personas han vuelto a su normalidad de no cubrirse al transitar en la vía pública ya que sólo es visible en centros de trabajo, algunas escuelas y pocas unidades de transporte público en la capital mexiquense.
"Ya no le puedes decir a la gente que use su cubrebocas, porque se enoja y te sacan la cartilla", explica don Rogelio, un taxista que cubre rutas colectivas en San Mateo Atenco.
El operador no dejó de usar el cubrebocas y es parte de sus herramientas de trabajo, aunque no haya un riesgo latente de contagio.
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"Yo siempre traigo el cubrebocas, me lo quito solo para comer. De su pobre casa salgo con el cubrebocas puesto y regreso con el cubrebocas puesto", asegura.
De acuerdo con el taxista solo las personas mayores suben a su taxi con cubrebocas, el resto no lo usan desde hace casi un año.
"Ya no nos piden que lo usemos, por eso ya no lo traemos. Antes traía siempre uno en la mochila, por si me lo pedían", dice Karla, estudiante de preparatoria.