La fosa común del Panteón Municipal es usada para depositar cuerpos sin identificar de la morgue; sin embargo se encuentra abandonado y sin mantenimiento.
El espacio de unos 100 metros cuadrados, se instala al fondo del cementerio ubicado en San Felipe Tlalmimilolpan.
A diferencia del resto del panteón, el sitio no se otorga mantenimiento por lo que la hierba afecta todo el perímetro.
"No se le ha dado mantenimiento, no hay maquinaria ahorita, por eso permanece así", comentó uno de los empleados de la Dirección de Servicios Públicos de Toluca.
Aunque el terreno se encuentra definido por lotes y número de fosa, no se alcanza a distinguir sus dimensiones por el poco mantenimiento.
La superficie es de unos 100 metros cuadrados, donde los empleados del panteón han instalado cruces, aunque no pertenecen a los restos de los que ahí descansan. El dolor, la violencia con que murieron y la pena, se respiran en el Terreno de Hospital, como se le denomina al lugar más tétrico del cementerio.
Hasta el año de 1974, los cadáveres sin identificar eran enterrados en el panteón de la Soledad, el cual mantuvo en custodia las fosas desde la época de la Revolución (1910), pero una vez inaugurado el panteón municipal, los cuerpos que aún se mantenían completos, fueron llevados al nuevo cementerio.
Actualmente, en un terreno de una hectárea del panteón, se albergan alrededor de mil 400 fosas comunes, la zona es denominada como terreno de hospital (TH), el cual tiene un ciclo de vida de cinco años más, con 6 mil metros disponibles.
Después tendrán que sacar los cuerpos que son considerados restos áridos, para encimar nuevos cadáveres.
En el Estado de México aún no se llega al extremo como ya pasa en Guerrero, donde los cuerpos son apilados en pasillos del Semefo por falta de gavetas.
Del panteón de la Soledad en el periodo de 1910 a 1915 llegaron a ingresar en promedio por mes entre 800 a mil cuerpos. Todos eran militares y soldados de la guerrilla, después en los años 40 y 50, el promedio bajó a 20 y 15 cuerpos.