Hace 20 años, Emma Obrador decidió convertirse en activista para luchar por la despenalización del aborto en el Estado de México, la experiencia propia la llevó a tomar la causa y sumarse a Marea Verde, una colectiva que acompaña a las personas gestantes a ejercer su derecho a decidir y que pugna desde cualquier tribuna para eliminar la criminalización del mismo.
Para Emma no ha sido sencillo, el aborto que más la marcó fue el suyo y se ha preparado desde entonces para que el miedo y los prejuicios no sean factores para que una mujer no pueda decidir si quiere o no ser madre.
'Abortar duele, pero es mi derecho', reconoció la activista feminista al destacar que ella pasó por la ansiedad, el dolor físico y emocional, la tristeza y la aceptación de que interrumpir su embarazo, fue la mejor decisión.
'Tiene que verse así, como un derecho a la salud general, sexual y reproductiva, tenemos que ampliar este esquema y dejar de penalizar y dejar de criminalizar, eso no está en los estándares internacionales. No puede ser que en un estado que es laico se estén violando los derechos de las mujeres por un concepto religioso'.
Con el pañuelo verde en el cuello, Emma relató que, cuando tomó la decisión de no continuar con un embarazo no deseado, no podía tener familia porque estudiaba y trabajaba al mismo tiempo. Para ella valorar siquiera la interrupción, fue una experiencia que definió el rumbo de su vida.
'No me arrepiento de haberlo hecho, creo que fue la mejor decisión de mi vida. Tengo dos hijas son también la mejor decisión de mi vida, creo que la cuestión de mi reproducción ha sido pensada y valorada y yo quisiera que todas las chicas, todas las mujeres en este país, pudieran tener acceso a ese acompañamiento, a este sentimiento de tener la seguridad de decidir sobre sus cuerpos, que no tengan cuestionamientos moralistas'.
En el marco de la discusión legislativa sobre la despenalización del aborto en el Estado de México, se realizó un foro en la Cámara de Diputados en el que se expuso que no sólo se trata de permitir o no que se realice la interrupción legal del embarazo, sino de que el Estado provea de la información y educación necesaria para la población para prevenir no sólo la reproducción no deseada, sino la violencia sexual.
Asimismo, se recalcó que las personas gestantes que tienen recursos, acuden a otros estados a practicarse una Interrupción Legal del Embarazo, pero quienes no, se arriesgan en la clandestinidad a complicaciones de salud, a perder su libertad si son reportadas a las autoridades e incluso a morir por no contar con el acompañamiento digno e informado.
También se destacó la epidemia de embarazos infantiles que denotan la victimización de las infancias, pues son presas de violaciones, así como que utilizan métodos clandestinos como la introducción vía vaginal de refresco con aspirinas para que el producto se desprenda del útero.
Por ello, desde la tribuna, se exigió a los diputados que se destrabe la despenalización del aborto y con ello se fomente una cultura de educación sexual en el que las mujeres, desde la infancia, estén conscientes de su derecho a decidir si quieren o no maternar, así como el acceso seguro y gratuito a anticonceptivos.
